Natalia López Pevida, analiza en el diario El País la situación que se vive en España en torno a las prácticas pseudocientíficas dentro de la psicología y el intrusismo de supuestos “expertos” que hacen un licuado de terapias y lo etiquetan como tratamientos transformadores:
El Consejo no ofrece estadísticas, pero el Colegio de Psicólogos de Andalucía Oriental sí lo hace: 70 de cada 100 consultas de psicología que se abrieron en Almería, Granada, Jaén y Málaga en 2017 estaban dirigidas por personas que no eran psicólogos clínicos o sanitarios. Los supuestos expertos que dirigen estas consultas hablan de neurociencia, hipnosis, constelaciones, mindfulness (un paisaje lleno de sombras), Gestalt, crecimiento personal, herramientas transformadoras, disociaciones y bloqueos. Ofrecen programas, terapias individuales, sesiones grupales, conferencias, formaciones y libros de autoayuda. Y, con demasiada frecuencia, retuercen el lenguaje para confundir sobre su capacitación; se definen como psicoterapeutas, psicoanalistas, terapeutas expertos en psicología humanista, coaches para procesos de acompañamiento y duelo…
Detrás de sus sesiones suelen estar las teorías el psicoanálisis de Sigmund Freud (más concretamente, la adaptación del Instituto Esalen), que a nivel científico nunca ha demostrado su validez, y las de la industria de la autoayuda que se basan en la idea de que uno puede generar la mejor versión de sí mismo siguiendo un puñado de consejos básicos. Pero “el único ámbito regulado en psicología es el sanitario, y eso hace que en otras áreas, como la laboral, que es la menos regulada de todas, prolifere el intrusismo -encarnado en todo tipo de versiones de la autoayuda-. En el momento en el que un profesional habla de una intervención para reducir el estrés, entramos en el terreno de la enfermedad mental y por lo tanto competencia del psicólogo sanitario”, explica Chacón.
El punto central que podemos obtener del artículo de Natalia López Pevida, es que no basta con proteger a la práctica psicológica del intrusismo de los coaches y gente sin escrúpulos que aplica procedimientos sin evidencia, cuando lo psicólogos también utilizan los mismos tratamientos pseudocientíficos. Para cambiar esta situación es necesario que los colegios y asociaciones de psicología decidan – de una vez por todas – defender el estatus científico de la psicología y promuevan los tratamientos que cuentan con la evidencia necesaria. No se pueden seguir defendiendo métodos que no tienen ninguna rigurosidad dentro de los programas de formación.
El gobierno de España ha dado un paso importante para proteger el derecho de las personas a recibir tratamientos con evidencia y reducir el alcance de las pseudoterapias. Con su campaña #CoNprueba, está revisando una larga lista de tratamientos sin evidencia que son usados ampliamente dentro de la psicología, como la PNL, las constelaciones familiares y la terapia Gestalt. Al finalizar el análisis, el gobierno publicará la lista de tratamientos pseudocientíficos. Esto también ayudará a los pacientes a informarse y exigir mejores tratamientos por parte de los psicólogos.
En Psyciencia hemos publicado bastante sobre el tema de las terapias sin sustento científico. Muchos se han enojado por las criticas que reciben los tratamientos sin evidencia y lo toman como si fuera un ataque personal. Se entiende que las criticas generen malestar, especialmente cuando trabajas o usas una técnica diariamente. Sin embargo, los psicólogos deberíamos tener la misma flexibilidad para pulir nuestro trabajo y ser capaces de desechar esa vieja carga de métodos, teorías e interpretaciones que no han logrado cumplir los requisitos básicos de la ciencia.
Lee el artículo completo en El País.
Si quieres profundizar un poco más sobre las críticas a estos modelos sin evidencia te recomendamos los siguientes artículos:
- La mentira del Reiki como terapia complementaria
- La Programación Neurolingüística (PNL), una pseudociencia que promete curarlo todo
- Constelaciones familiares, un peligroso método pseudocientífico
- La mala ciencia de la terapia gestalt
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1 comentario
No sé que se trata de entender por científico, si este término esta saturado de la vieja tradición positivista entonces lo único que cuenta es la evaluación cuantitativa, pero esto a pesar de ser muy válido y sólido no debería cerrar el camino a la subjetividad cuando esta es algo central en la vivencia y experiencia del mundo asumida desde una posición creativa mas nunca pensada en términos de esotéricos o fundados en una ‘realidad’ que no lo es, ese es el sentido en que la terapia Gestalt es rescatable, una alternativa disidente pero no es comparable con Reiki, constelaciones familiares u otras que están completamente descaminadas y solo apelan a la creencia cuasi religiosa de quienes las reciben.
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