Hace no mucho tiempo, los tatuajes no eran tan aceptados como lo son en el presente. Resultaba muy llamativo, 20 años atrás, ver por la calle a alguien con el cuerpo completamente tatuado. Era excepcional. Con los años, los tatuajes fueron ampliamente aceptados, situación que llamó la atención de los investigadores quienes quisieron averiguar si existen diferencias mensurables entre las personas con tatuajes y quienes no los tienen; sus hallazgos sugieren que características como la impulsividad y enfocarse en el corto plazo predisponen a las personas a hacerse tatuajes (Ruffle, B. J. & Anne E. Wilson, A. E., 2019).
Metodología
Para el estudio fueron reclutadas 1104 personas a través de la plataforma Mechanical Turk de Amazon. A estos participantes se les dio la opción de recibir diez pagos individuales de 1 dólar en 18 horas o diez pagos cada vez mayores en 3 semanas. Aquellos que quisieran el dinero rápidamente podrían recibir un total de $10 en 18 horas, mientras que aquellos que estuvieran dispuestos a esperar podrían ganar hasta $15,35.
Además, los participantes indicaron con qué frecuencia se involucraron en varias decisiones enfocadas en el corto plazo financieras, de salud y sociales, como comer en exceso y publicar información personal online.
Finalmente, respondieron cuatro preguntas de tareas de reflexión cognitiva que tienden a generar respuestas intuitivas pero incorrectas. Las respuestas correctas requieren más análisis de la pregunta.
Resultados
Según sus hallazgos, las personas con tatuajes y las personas que informaron que planeaban hacerse un tatuaje tendían a puntuar más alto en las medidas enfocadas en el corto plazo y en impulsividad.
Las personas tatuadas, especialmente aquellas con tatuajes claramente visibles (por ejemplo, en la cara o el cuello) eran más impulsivas y tomaban más decisiones enfocadas en el corto plazo, es decir, ponen relativamente más énfasis en el presente que en el futuro, en comparación con las personas no tatuadas, señalaron los autores.
Estos resultados se mantuvieron independientemente del motivo para hacerse un tatuaje, la cantidad de tatuajes, la cantidad de tiempo contemplado antes de hacerse el primer tatuaje y el tiempo transcurrido desde el tatuaje más reciente. La única excepción fueron las mujeres con tatuajes ocultos: ellas no fueron más impulsivas ni tomaron más decisiones enfocadas en el corto plazo que las mujeres sin tatuajes.
Tras encuestar a los participantes sobre sus percepciones de los tatuajes. Encontraron evidencia de que las personas con tatuajes tendían a sobreestimar cuán comunes son los tatuajes mientras subestiman los efectos potencialmente perjudiciales de un tatuaje al ser contratados para un trabajo.
Esto no significa que la impulsividad sea un rasgo negativo. Existen muchos ámbitos en que la rapidez para la toma de decisiones es valiosa, como en la práctica deportiva y en ciertas profesiones.
Otras líneas de investigación podrían indagar sobre el contenido de los tatuajes, por ejemplo. ¿Podrían los tatuajes más atrevidos predecir más impulsividad y toma de decisiones a corto plazo que otros tatuajes más reflexivos? También sería interesante explorar si el aumento de los tatuajes refleja una mayor toma de decisiones a corto plazo entre la generación más joven o una reducción del estigma social y mayor aceptación de los tatuajes.
Referencia bibliográfica: Ruffle, B. J. and Anne E. Wilson, A. E., 2019. Tat will tell: Tattoos and time preferences. Journal of Economic Behavior & Organization, Volumen 166, Páginas 566-585. https://doi.org/10.1016/j.jebo.2019.08.001
Fuente: Psypost