En una investigación, profesionales de Penn State descubrieron cinco “perfiles” diferentes entre las personas con trastorno por uso de alcohol, cada uno definido por un conjunto específico de síntomas. También encontraron que ciertos perfiles fueron más comunes en diferentes etapas de la vida.
Con el objeto de averiguar cómo varía el trastorno por uso de alcohol entre las personas a diferentes edades, los investigadores usaron datos de un grupo nacionalmente representativo de 5.402 participantes en la Encuesta Epidemiológica Nacional sobre Alcohol y Trastornos Relacionados. La muestra se limitó a participantes que tenían entre 18 y 64 que cumplían el criterio de trastorno por uso de alcohol durante el año previo.
Para analizar los datos, el equipo de Ashley Linden-Carmichael, profesora asistente de investigación de salud bioconductual y miembro del Centro de Investigación para la Prevención Edna Bennett Pierce, utilizó un nuevo método desarrollado en el Centro de Metodología de Penn State que le permitió descubrir los “perfiles” escondidos, o grupos de personas que compartían síntomas similares dentro del trastorno por uso de alcohol.
Los investigadores encontraron cinco perfiles diferentes dentro de los participantes del estudio:
- Lesiones inducidas por alcohol: además de beber demasiado, las personas en este perfil reportaron llegar a situaciones riesgosas durante o después de hacerlo, lo que pudo haber resultado en lesiones.
- Dificultad para consumir menos: las personas en este grupo tenían dificultades al querer reducir su consumo y no ser capaces de hacerlo.
- Interferencia de vida altamente problemática y poco percibida: si bien las personas de este grupo reportaron experimentar muchos síntomas, dijeron que su consumo no interfería con sus familias, amigos, trabajos o hobbies.
- Sólo efectos adversos: estas personas reportaron experimentar resacas o síntomas de abstinencia además de beber demasiado.
- Altamente problemáticos: quienes encajaban en este grupo reportaron experimentar todos los síntomas del trastorno por uso de alcohol.
Este método también fue usado para ver cuán prevalente era cada perfil en diferentes edades, información que resulta importante para personalizar los tratamientos e intervenciones. Así, por ejemplo, Linden-Carmichael sugiere a los terapeutas que ante un joven adulto estén atentos a síntomas de abstinencia; por otro lado, alguien mayor suele tener problemas para reducir su consumo, o con lesiones relacionadas al consumo.
La investigadora está interesada en seguir utilizando este método en el futuro para analizar qué sucede a lo largo del tiempo con las distintas clases del trastorno por uso de alcohol.
Referencia del estudio original: Ashley N Linden-Carmichael, John J Dziak, Stephanie T Lanza. Dynamic Features of Problematic Drinking: Alcohol Use Disorder Latent Classes Across Ages 18–64. Alcohol and Alcoholism, 2018; DOI: 10.1093/alcalc/agy074
Fuente: Science Daily