A las personas creativas les apasiona su trabajo, le dedican mucho tiempo, idean problemas y encuentran oportunidades para la creación ellas mismas.
La distinción entre ideas creativas y trabajo creativo que transforma ideas en productos (inventos, actuaciones) enfatiza el rango de emociones en el proceso creativo. Un estudio con artistas (pintores, escultores, coreógrafos, compositores, escritores) sobre las emociones en su proceso creativo mostró que las emociones dominantes que describieron como inspiración para su trabajo fueron agradables, como el amor, la felicidad y la alegría. Pero también mencionaron la tristeza, que es una emoción desagradable, así como la nostalgia, que los estudiosos consideran una emoción mixta, compuesta de cariño y melancolía (Ivcevic & Hoffmann, s. f.) (Ivcevic & Brackett, 2015).
En contraste, al describir las emociones durante el trabajo diario de crear y transformar ideas en productos, ya sean cuentos, pinturas o coreografías, los artistas mencionaron la frustración de manera más destacada. Por definición, la creatividad es difícil. Hay obstáculos al hacer algo original. Y críticas negativas. Todo esto es parte integral de la creatividad.
Fuera del ámbito de las artes, en un estudio de cerca de 15000 personas en todas las industrias en Estados Unidos, se compararon personas que no son creativas en el trabajo con personas altamente creativas en el trabajo. Aquellos no creativos mencionaron predominantemente sentirse estresados, cansados, aburridos, enojados y abrumados en el trabajo. Cuando las emociones desagradables se convierten en agotamiento y temor, la creatividad sufre. Aquellos que son muy creativos mencionaron estar felices, pero la frustración y el estrés también fueron prominentes (Moeller et al., s. f.).
La pasión es un componente clave
Un recurso emocional clave para el trabajo creativo es la pasión. Tendemos a pensar que la pasión es positiva, placentera y llena de energía, pero en realidad es más compleja. La Dra. Julia Moeller (Universidad de Leipzig, Alemania) revisó modelos de pasión a través de la psicología de la personalidad, el desarrollo social y el deporte e identificó cuatro componentes principales.
Primero, la pasión implica un fuerte deseo, un impulso apremiante, de una actividad (por ejemplo, estudiar la creatividad). Además, incluye tener objetivos relacionados con la actividad (por ejemplo, continuaré estudiando la creatividad y escribiré sobre ella en el futuro), construir una identidad en torno a la actividad (por ejemplo, no solo estudio la creatividad, soy un científico de la creatividad), y perseverancia ante los obstáculos (por ejemplo, seguiré intentando publicar mi trabajo, incluso después de los rechazos).
Las personas apasionadas por su trabajo, ya sean científicos, poetas, empresarios, gerentes de operaciones u otra cosa, pueden usar la energía que les brinda su pasión como motivadores de su trabajo. No es el caso de que siempre estarán felices o satisfechos, pero su deseo y compromiso les permitirá tener una visión del trabajo a largo plazo que, en última instancia, hace posible superar el estrés y la frustración y mantener los objetivos a largo plazo en mente.
Las personas altamente apasionadas describen muchas emociones positivas en el trabajo; se sienten interesados, confiados, orgullosos y felices. Pero tampoco son ajenos a los sentimientos de frustración, tensión y estrés. Algún nivel de estrés viene con la pasión y el trabajo creativo. La pasión, con toda su intensidad y complejidad emocional, predice la creatividad y la innovación en el trabajo más allá de la experiencia general de emociones positivas, satisfacción laboral y compromiso.
¿De qué manera son útiles las emociones a la creatividad?
Podríamos usar las emociones desagradables para dar un feedback constructivo, o aprovechar recuerdos emocionales para evaluar (y reevaluar) lo que estamos creando.
En particular, el manejo de las emociones, utilizando estrategias personales y apoyo social, nos ayuda a sostener el esfuerzo, persistir ante los obstáculos y mantener la pasión por el trabajo. A su vez, esto nos permite completar la transformación de ideas en productos (o actuaciones o inventos). Las estrategias personales pueden incluir tomarse un descanso del trabajo para distanciarse, reevaluar situaciones y encontrar resultados positivos o lecciones en los desafíos que enfrentamos, adaptar nuestros objetivos o cambiar nuestro enfoque, etc.
Es importante destacar que el éxito de cómo manejamos las emociones no solo dependerá de nuestras propias habilidades o acciones, sino también de las personas que nos rodean. La creatividad y la innovación individual dependerán también de las competencias emocionales de nuestros supervisores y líderes, y de su capacidad para notar a las personas que no están satisfechas en el trabajo, la ayuda que brinden a los empleados para canalizar esa insatisfacción para generar un cambio efectivo; hasta qué punto entienden y están interesados en la forma en que sus decisiones afectan a los demás y el apoyo que brinden a los empleados para manejar las emociones difíciles en el trabajo.
Referencias bibliográficas:
Ivcevic, Z., & Brackett, M. A. (2015). Predicting creativity: Interactive effects of openness to experience and emotion regulation ability. Psychology of Aesthetics, Creativity, and the Arts, Vol. 9, pp. 480-487. https://doi.org/10.1037/a0039826
Ivcevic, Z., & Hoffmann, J. (s. f.). Emotions and Creativity: From States to Traits and Emotion Abilities. The Cambridge Handbook of Creativity and Personality Research, pp. 187-213. https://doi.org/10.1017/9781316228036.011
Moeller, J., Ivcevic, Z., White, A. E., Taylor, C., Menges, J. I., Caruso, D., & Brackett, M. A. (s. f.). Passion for work: What is it, who has it, and does it matter? https://doi.org/10.31219/osf.io/xhbu7
Fuente: Psychology Today