Uno de los últimos reportes presentados por los Centros de Control y Prevención de Enfermedades, de EEUU, muestra que el 40% de las personas adultas informaron un empeoramiento de su salud mental asociado con la pandemia de COVID-19. Destacan además que quienes se identificaron como personas negras y/o hispanas, trabajadores esenciales y cuidadores de adultos no remunerados, informaron resultados de salud mental desproporcionadamente peores (Czeisler et al., 2020).
¿Por qué es importante? Conocer los grupos más afectados por la pandemia en cuanto a su salud mental es esencial para abordar las disparidades en esta área y sirve de guía para preparar los sistemas de apoyo necesarios para mitigar las consecuencias que pueda tener a medida que se desarrolla la pandemia, señalan los autores.
Metodología: 5470 personas mayores de 18 años fueron encuestadas en EEUU entre el 24 y el 30 de junio. Para evaluar si los participantes tenían síntomas de ansiedad y/o trastornos depresivos se utilizó el Cuestionario de Salud del Paciente; y, para evaluar síntomas de trastornos relacionados a traumas y factores de estrés se utilizó la Escala de Impacto de Eventos. Además, se les preguntó si habían comenzado o aumentado el uso de sustancias para hacer frente al estrés o las emociones relacionadas con la pandemia y si habían considerado seriamente el suicidio en los últimos 30 días.
Hallazgos: los resultados de la investigación mostraron que el 40,9% de los encuestados informaron síntomas de al menos una condición de salud mental adversa, incluida la ansiedad, la depresión y un mayor uso de sustancias para hacer frente al estrés relacionado con la pandemia. Aproximadamente una cuarta parte de los encuestados informaron síntomas de trastornos relacionados con el trauma y los factores de estrés (incluido el trastorno de estrés postraumático, el trastorno de estrés agudo y los trastornos de adaptación), relacionados con la pandemia.
El equipo de investigación resalta que en relación a haber considerado seriamente el suicidio en los últimos 30 días, el porcentaje fue significativamente mayor entre las personas de 18 a 24 años, los miembros de grupos étnicos/raciales minoritarios, los cuidadores de adultos no remunerados y los trabajadores esenciales.
En comparación con los resultados de encuestas similares realizadas en 2019, la prevalencia de los síntomas del trastorno de ansiedad fue tres veces mayor, mientras que la prevalencia del trastorno depresivo fue cuatro veces mayor. Esta marcada diferencia resalta el amplio impacto de la pandemia, así como la necesidad de prevenir y tratar oportunamente las consecuencias que se derivan.
Estrategias de comunicación, intervención y prevención, diseñadas para llegar a los grupos más afectados, podrían ayudar a abordar diversas afecciones de salud mental asociadas con la pandemia de COVID-19, señalan los autores y aconsejan el uso de herramientas de la tecnología como las terapias online, que se han mostrado efectivas para el tratamiento de depresión, ansiedad, estrés, ideación suicida, abuso de sustancias, entre otras condiciones.
Referencia bibliográfica:
Czeisler, M. É., Lane, R. I., Petrosky, E., Wiley, J. F., Christensen, A., Njai, R., Weaver, M. D., Robbins, R., Facer-Childs, E. R., Barger, L. K., Czeisler, C. A., Howard, M. E., & Rajaratnam, S. M. W. (2020). Mental Health, Substance Use, and Suicidal Ideation During the COVID-19 Pandemic – United States, June 24-30, 2020. MMWR. Morbidity and Mortality Weekly Report, 69(32), 1049-1057. https://doi.org/10.15585/mmwr.mm6932a1
Fuente: Psychiatric News