Uno de los trastornos mentales más debilitantes es el trastorno depresivo mayor. Sus síntomas incluyen sentimientos de desesperanza, disminución del interés en las actividades diarias y fatiga. La comprensión limitada de los cambios cerebrales asociados con este trastorno dificulta la efectividad de los tratamientos. Dos estudios recientes describen las nuevas técnicas de imagen por resonancia magnética (IRM) que pueden mejorar la detección y la atención de las anomalías cerebrales en las personas con depresión (Li, Liu, Zheng, Wu, et al., 2019) (Li, Liu, Zheng, Li, et al., 2019).
Con los tratamientos actuales hay una gran probabilidad de recaída o recurrencia, explica el coautor de los estudios, Dr. Kenneth T. Wengler, de la Universidad de Columbia en Nueva York. “Para desarrollar tratamientos nuevos y más efectivos, debemos mejorar nuestra comprensión del trastorno.”
Wengler y sus colegas estudiaron recientemente las conexiones entre el trastorno depresivo mayor y las interrupciones en la barrera hematoencefálica (BH), una red de vasos sanguíneos y tejidos que protege al cerebro de sustancias extrañas. Utilizando una nueva técnica de resonancia magnética, pudieron observar mejor la permeabilidad al agua de la BH, o el movimiento del agua fuera de los vasos sanguíneos y hacia el tejido cerebral.
La comparación de los resultados en 14 individuos sanos y 14 pacientes con trastorno depresivo mayor reveló que menos agua se movió desde el interior de los vasos sanguíneos hacia el exterior en los pacientes con trastorno depresivo mayor, lo que representa integridad de la BH interrumpida. Esta diferencia fue particularmente grande en dos regiones del cerebro: la amígdala y el hipocampo.
“Observamos interrupción de la barrera hematoencefálica en regiones de materia gris que se sabe que están alteradas en el trastorno depresivo mayor,” dijo Wengler. “Este estudio ayuda a mejorar nuestra comprensión de la fisiopatología de la depresión y puede abrir nuevas vías de tratamiento para un trastorno que afecta a más de 100 millones de personas en todo el mundo.”
Un segundo estudio analizó anormalidades en la compleja red de conexiones en el cerebro conocida como el conectoma por su papel en la depresión. Investigaciones anteriores se han centrado en caracterizar las conexiones entre las diferentes regiones del cerebro, pero este estudio, de investigadores de la Universidad de Carolina del Norte (UNC) en Chapel Hill, examinó más a fondo las regiones cerebrales individuales.
Los investigadores compararon 66 adultos con trastorno de depresivo mayor y 66 controles sanos emparejados durante el descanso de vigilia mediante resonancia magnética funcional (fMRI) y un modelo de inversión marco neuronal multiescala recientemente desarrollado que unía circuitos microscópico del cerebro con sus interacciones de mayor escala.
Como parte del estudio, los investigadores pudieron evaluar la influencia excitadora o inhibitoria entre los grupos de células neuronales. Un equilibrio adecuado entre la excitación y la inhibición es crucial para un cerebro que funcione bien.
Los pacientes con trastorno depresivo mayor tenían patrones anormales de excitación e inhibición en el lateral dorsal de la corteza prefrontal, un área del cerebro importante para las funciones de control cognitivo, incluyendo la regulación de la amígdala, región clave incrustada profundamente en el cerebro para la expresión de la emoción.
La nueva tecnología respalda la hipótesis de que el mal funcionamiento del control inhibitorio sobre la amígdala podría provocar síntomas depresivos.
“En nuestro estudio, encontramos que la excitación y la inhibición en las regiones del cerebro en el control de las funciones ejecutivas y la regulación emocional se redujeron en pacientes con trastorno depresivo mayor,” dijo el Dr. Guoshi Li, coautor de los estudios.
“Esto sugiere que las funciones de control en el trastorno depresivo mayor están deterioradas, lo que puede conducir a respuestas elevadas en la amígdala, lo que resulta en un aumento de la ansiedad y otros estados de ánimo negativos.”
Además, los investigadores encontraron que la excitación recurrente en el tálamo, un área del cerebro central que también es responsable de la regulación emocional, estaba anormalmente elevada en pacientes con trastorno depresivo mayor.
Li dijo que el nuevo enfoque podría abrir la puerta para una comprensión más profunda de los mecanismos detrás de la depresión.
“Los métodos actuales de estudio del cerebro proporcionan una comprensión superficial de la conectividad,” sostuvo. “Este método nos permite identificar la conectividad deteriorada dentro de cada región del cerebro, lo que la convierte en una herramienta potencialmente más poderosa para estudiar el neuromecanismo de los trastornos cerebrales y desarrollar diagnósticos y tratamientos más efectivos.”
Referencias bibliográficas:
Li, G., Liu, Y., Zheng, Y., Li, D., Liang, X., Chen, Y., … Shen, D. (2019). Large‐scale dynamic causal modeling of major depressive disorder based on resting‐state functional magnetic resonance imaging. Human Brain Mapping. https://doi.org/10.1002/hbm.24845
Li, G., Liu, Y., Zheng, Y., Wu, Y., Yap, P.-T., Qiu, S., … Shen, D. (2019). Identification of Abnormal Circuit Dynamics in Major Depressive Disorder via Multiscale Neural Modeling of Resting-State fMRI. Lecture Notes in Computer Science, pp. 682-690. https://doi.org/10.1007/978-3-030-32248-9_76
Fuente: Psychcentral