La ciencia parece extraer nuevos métodos de intervención terapéutica de las películas de ficción, o al menos eso parece la publicación hecha por Scientific Reports esta semana, donde se describe el caso de un hombre que, luego de haber perdido la función motora debido a una lesión medular completa, pudo recuperar la capacidad de mover sus piernas voluntariamente y permanecer de pie seis años después.
Andrew Meas, participante de investigación en la Universidad de Louisville, había recibido previamente un entrenamiento basado en actividad a largo plazo junto con la estimulación epidural de la médula espinal (scES). Luego de 34.5 meses de someterse a este procedimiento, la publicación describe cómo Andrew recuperó el control motor de sus extremidades inferiores y la capacidad de pararse de forma independiente.
De acuerdo con Susan Harkema, autora del estudio, la plasticidad puede restablecer el control voluntario del movimiento y la posición después de la parálisis completa en humanos incluso años después de una lesión, un descubrimiento que debería abrir nuevas oportunidades para la rehabilitación. Investigaciones previas que involucraron a cuatro participantes con enfermedades crónicas y lesión completa de la médula espinal encontraron que el entrenamiento basado en la actividad con el uso de scES – señales eléctricas enviadas a las neuronas motoras en la columna por un dispositivo implantado – puede permitir a los participantes pararse y realizar movimientos voluntarios relativamente finos con la activación del dispositivo scES.
En el caso de Andrew Meas, fue uno de los cuatro participantes del estudio publicado en Scientific Reports.
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El protocolo de entrenamiento al cual fue sometido Meas incluyó sesiones de entrenamiento diarias de una hora con la ayuda de estimulación epidural. Durante estas sesiones, el participante se capacitó en la actividad de pie durante varios meses, seguido de otros meses de entrenamiento en pasos. Después de completar un programa de capacitación de nueve meses en el laboratorio, Meas continuó con el entrenamiento de pie basado en actividades en el hogar. Después de un año de capacitación independiente, regresó al laboratorio para entrenar durante tres meses en un programa de capacitación basado en actividades revisadas.
La capacitación revisada requería dos sesiones diarias de capacitación de una hora e incluía tanto el entrenamiento de pie como el de paso cada día, todo con la ayuda de la estimulación epidural. Después de este entrenamiento, Meas pudo extender voluntariamente sus rodillas, mejorar su flexión de cadera, permanecer de pie sin ayuda e incluso pararse sobre una pierna, sin el uso de estimulación epidural.
Los investigadores sostienen que el entrenamiento en casa fue vital antes del regreso al laboratorio. Además, sugieren que puede haber más de un mecanismo involucrado en la recuperación de Meas, entre ellos: el crecimiento de axones desde el punto de la lesión hacia áreas por debajo de la lesión.
Otra explicación podría ser que el entrenamiento basado en la actividad con scES promovió la reconstrucción de las conexiones entre las neuronas en la médula espinal. La motivación y esfuerzo del participante también podría haber sido un elemento fundamental, según los científicos, ya que Meas se mantuvo atento y se centró en la tarea motriz, intentando activamente contribuir a la recuperación.
Fuente: UOFL News; Scientific Reports