Tener más ingresos económicos no hace necesariamente más feliz a la gente. Existe una teoría que sostiene que las autoevaluaciones de las personas se basan en sus comparaciones con otras que perciben como mejores o peores. Y de acuerdo con un estudio reciente, encontrarse en un lugar intermedio a nivel económico, que nos permita compararnos con personas de antecedentes similares, tanto las que ganan más como otras que ganan menos, es lo que determina cómo nuestros ingresos afectan nuestra felicidad, no la cantidad que ganamos (Liao Tim F., 2021).
¿Qué metodología utilizó?
Para arribar a tal hallazgo, el sociólogo Tim Liao exploró si la ubicación de las personas en la distribución del ingreso importaba, es decir, si aquellos que podían realizar estas comparaciones sociales ascendentes y descendentes eran más felices que los atípicos que eran mucho más ricos o más pobres que sus pares.
Dado que los individuos seleccionaron a las personas que utilizaron como puntos de referencia para las comparaciones sociales, Liao también quería investigar qué grupo demográfico (género, etnia/raza o ambos) era más relevante.
Al no contar con una sola encuesta disponible que proporcionara datos sobre la felicidad junto con los ingresos y las características demográficas, el investigador vinculó los datos de dos encuestas nacionales, ambas realizadas en 2013, que involucraron a muchos de los mismos encuestados. La muestra de Liao incluyó a más de 1.900 personas.
La Encuesta Estadounidense sobre el Uso del Tiempo de 2013 fue la encuesta más reciente con preguntas sobre bienestar y proporcionó una medida de la felicidad de cada persona. Para ese estudio, los participantes mantuvieron un diario de tiempo durante un solo día, calificando en una escala de siete puntos qué tan felices se sentían mientras realizaban tres actividades de rutina elegidas al azar. Las calificaciones se sumaron para lograr una puntuación compuesta que representa el nivel de felicidad de cada persona.
El sociólogo explica que evaluar la felicidad de una persona a medida que realiza sus actividades diarias (felicidad experimentada), puede reflejar con mayor precisión su satisfacción general con la vida que responder a preguntas le piden que califique qué tan feliz es en términos generales subjetivos.
Utilizando los datos demográficos y de ingresos anuales de los participantes de la Encuesta de población actual, Liao modeló la desigualdad de ingresos a nivel estatal e individual.
Desarrolló una medida a nivel individual comparando los ingresos anuales de los individuos con los de sus pares dentro del mismo género, dentro de grupos étnico-raciales y dentro de grupos de género/etno-raciales en su Estado.
Hallazgos
En primer lugar, el estudio encontró que en los Estados donde los ingresos eran relativamente iguales, la felicidad de las personas se veía menos afectada por sus ingresos porque sus posiciones económicas estaban menos claramente definidas, lo que hacía que las comparaciones sociales fueran menos significativas.
Por otro lado, halló que el grupo de género/etno-racial era el más destacado para las comparaciones sociales porque las puntuaciones de desigualdad de los individuos eran más análogas en esta matriz que cuando se agrupaban por género o etnia/raza únicamente.
El hallazgo más destacado fue que las personas con puntuaciones de desigualdad más altas que sus compañeros también tenían puntuaciones de felicidad más bajas. Es decir, las personas cuyos ingresos eran significativamente más altos o más bajos que los de sus pares (lo que significa que solo podían hacer comparaciones sociales hacia arriba o hacia abajo en lugar de en ambas direcciones) eran menos felices en general. A medida que aumentaba la desigualdad de ingresos dentro de un Estado, también aumentaba la asociación negativa entre las comparaciones sociales unidireccionales y la felicidad.
Este mismo método analítico basado en la teoría de la comparación social podría ser aplicable en investigaciones de otras preocupaciones sociales a nivel individual, como las conexiones entre la desigualdad y los resultados adversos de salud física y mental.
Referencia bibliográfica: Liao, Tim Futing (2021). Income Inequality, Social Comparison, and Happiness in the United States. Socius: Sociological Research for a Dynamic World. Vol. 7. Publicado online el 5 de febrero de 2021; Primera publicación el 1 de enero de 2021. https://doi.org/10.1177/2378023120985648
Fuente: Eurekalert