Las acciones publicitarias con influencers son herramientas utilizadas para ampliar el alcance que tiene una marca en su público objetivo. Un estudio reciente, publicado en la revista Pediatrics, alerta sobre la promoción frecuente de alimentos y bebidas no saludables (comida chatarra) en canales populares de YouTube de niños influencers (Alruwaily et al., 2020).
Las empresas de alimentos y bebidas gastan 1.800 millones de dólares al año en la comercialización de sus productos para alcanzar a los públicos más jóvenes. Considerando el creciente uso de redes sociales por parte de su público objetivo, las marcas han aumentado drásticamente la publicidad online para alcanzar a más consumidores potenciales.
Cuando se trata de entretenimiento, los datos remarcan la cantidad de visitas que recibe YouTube por parte de la audiencia más joven: más del 80 por ciento de los padres con un hijo menor de 12 años permiten que su hijo mire YouTube, y el 35 por ciento de los padres informa que su hijo mira YouTube con regularidad. A esto se le suma la situación vivida globalmente en el contexto de la pandemia por COVID-19, que llevó a muchas personas a trabajar desde sus casas, y a lidiar con la desafiante tarea de mantener a los pequeños dentro de la casa como medida preventiva por un periodo que aún se extiende en el tiempo.
Los videos más populares actualmente para este grupo de niños son aquellos en los que aparecen otros niños realizando experimentos científicos, jugando con juguetes o simplemente festejando sus cumpleaños. Esta situación llamó la atención de las empresas que anuncian o patrocinan publicaciones para promocionar sus productos antes o durante los videos.
Ante la exposición constante a la publicidad (sea en la televisión tradicional o mediante los canales de YouTube más visitados por niñas, niños, y adolescentes), se hace más difícil para las madres y los padres ayudarlos a mantener una dieta saludable. Las autores hacen hincapié en que necesitamos que los medios digitales apoyen la alimentación saludable en lugar de desalentarla. De hecho, el influencer mejor pagado de los últimos dos años fue un niño de 8 años, que ganó 26 millones de dólares el año pasado.
Metodología
Los autores del presente estudio identificaron a los cinco niños influyentes más populares en YouTube en el año 2019, cuyas edades oscilaban entre los 3 y los 14 años, y analizaron sus videos más vistos. Concentrándose en una muestra de 418 videos de YouTube, registraron si en ellos se mostraban alimentos o bebidas, qué artículos y marcas se mostraban y evaluaron su calidad nutricional.
Hallazgos
Casi la mitad de los videos más populares de niños influencers (42,8%) promocionaban alimentos y bebidas. Más del 90% de los productos mostrados eran alimentos, bebidas o juguetes de comida rápida de marcas poco saludables, siendo la comida rápida la comida chatarra más frecuente, seguida de los dulces y los refrescos. Solo unos pocos videos presentaban artículos de marcas no saludables como salchichas (4%), artículos saludables sin marca como frutas (3%) y artículos de marca saludables como marcas de yogur (2%).
Los videos que muestran publicidad de productos de comida chatarra se vieron más de mil millones de veces, lo que representa un nivel asombroso de exposición para las empresas de alimentos y bebidas.
Si bien los autores no obtuvieron información sobre videos patrocinados directamente con los influencers o con YouTube, señalan que el tiempo de exposición que reciben resulta problemático para la salud pública porque permite a las empresas de alimentos promover de manera directa, pero sutil, alimentos no saludables para los niños pequeños y sus familias.
Las investigaciones muestran que las personas confían en los influencers porque parecen ser “personas comunes”. Cuando los niños aparecen en video consumiendo ciertos alimentos, no necesariamente es percibido como publicidad, pero es publicidad. A esto se suma que muchos estudios han demostrado que los niños que ven anuncios de alimentos consumen más calorías que los niños que ven anuncios que no son de alimentos, por lo que la Academia Nacional de Medicina y la Organización Mundial de la Salud identifican el marketing de alimentos como un factor importante de la obesidad infantil, remarcaron los autores.
Por último llaman la atención sobre la necesidad de que las autoridades gubernamentales ejerzan sus competencias para regular este tipo de publicidad con gran potencial perjudicial para la salud de la población infantil en particular, y la salud pública en general.
Referencia bibliográfica: Alruwaily, A., Mangold, C., Greene, T., Arshonsky, J., Cassidy, O., Pomeranz, J. L., & Bragg, M. (2020). Child Social Media Influencers and Unhealthy Food Product Placement. En Pediatrics (p. e20194057). https://doi.org/10.1542/peds.2019-4057
Fuente: Science Daily