Facundo Manes, uno de los neurocientíficos más reconocidos de Latinoamerica, argumenta en el diario El País la necesidad de la evaluación ética de los desarrollos e investigaciones de las neurociencias:
Es fundamental reconocer el interés que hoy tiene la comunidad mundial sobre los prometedores resultados de los estudios sobre el cerebro. Por eso resulta imprescindible involucrar a toda la sociedad en los aspectos neuroéticos de los avances en neurociencias, porque esta se verá directamente involucrada en esos desarrollos. Las novedades en el conocimiento y las consideraciones neuroéticas no deben limitarse a un panel de expertos, sino que debe implicarse a la sociedad en su conjunto. Claro que la divulgación también es clave en este proceso. Todos aquellos que tenemos la posibilidad difundir estos estudios no solo debemos comprender las expectativas y miedos, sino también limitar las falsas esperanzas y los malentendidos que pueden resultar de información científica muy simplificada.
En los últimos años hemos sabido más sobre el cerebro que en toda la historia de la humanidad. Los adelantos tecnológicos prometen explorar aún más sobre su funcionamiento y diseñar un sinfín de nuevas aplicaciones (la interfaz cerebro-máquina, por ejemplo). Esta revolución de los estudios sobre el cerebro requiere de una reflexión permanente y de una evaluación profunda de su impacto para que se respete, se proteja y se desarrolle lo que es mejor para la humanidad.
En los últimos años hemos sabido más sobre el cerebro que en toda la historia de la humanidad. Los adelantos tecnológicos prometen explorar aún más sobre su funcionamiento y diseñar un sinfín de nuevas aplicaciones (la interfaz cerebro-máquina, por ejemplo). Esta revolución de los estudios sobre el cerebro requiere de una reflexión permanente y de una evaluación profunda de su impacto para que se respete, se proteja y se desarrolle lo que es mejor para la humanidad.