Con el fin de comprender mejor los mecanismos que hacen que el entrenamiento de modificación del sesgo de atención (MSA) sea beneficioso para individuos específicos, Price y sus colegas evaluaron sujetos que no habían sido tratados médicamente por su ansiedad. Los participantes recibieron ocho sesiones de MSA o entrenamiento simulado. En ambas condiciones, los participantes vieron pares de palabras neutrales o una palabra neutra y una palabra de amenaza (por ejemplo, cáncer) seguidas de una letra de prueba (“E” o “F”), e informaron la letra mostrada.
En el entrenamiento MSA, el sondeo siempre reemplazó la palabra neutral, alejando así la atención de las señales amenazantes, pero en la condición simulada, las palabras de amenaza y las palabras neutrales fueron reemplazadas con la misma probabilidad. Los síntomas de estado de ánimo y ansiedad autoinformados se recopilaron antes del entrenamiento, 1 semana después del entrenamiento y en un seguimiento de 1 mes y 1 año. Los investigadores también midieron los tiempos de reacción de los individuos a estímulos amenazantes o neutrales (es decir, atención encubierta), y midieron los movimientos oculares en una tarea similar al entrenamiento simulado (es decir, atención manifiesta).
MSA mejoró la capacidad de las personas para desconectarse rápidamente de las señales de amenaza (es decir, desconexión encubierta) pero no redujo los síntomas más que el entrenamiento simulado. Sin embargo, las personas que, antes del entrenamiento, fueron más lentas al desviar su mirada de las señales de amenaza (es decir, un mayor sesgo de desconexión manifiesta) parecieron beneficiarse menos de la MSA inmediatamente después del entrenamiento. Las personas con evasión inicial de las señales de amenaza (es decir, menor sesgo de conexión encubierto) parecieron beneficiarse menos de la MSA en los seguimientos.
Estos hallazgos sugieren que MSA podría tener diferentes niveles de eficacia dependiendo de los patrones de atención que exhiben inicialmente las personas con ansiedad, y que las intervenciones clínicas para reducir la ansiedad pueden, por lo tanto, ser más eficientes si tienen en cuenta los sesgos atencionales matizados que exhiben las personas.
Referencia del estudio:
Price, R. B., Woody, M. L., Panny, B., Siegle, G. J., (2019). Pinpointing Mechanisms of a Mechanistic Treatment: Dissociable Roles for Overt and Covert Attentional Processes in Acute and Long-Term Outcomes Following Attention-Bias Modification. Clinical Psychological Science, 7(5), 1042-1062. https://doi.org/10.1177/2167702619842556
Fuente: Psychological Science