Una de las omisiones en los abordajes psicológicos, es centrar la intervención en determinada técnica de modificación de pensamientos, en vez de analizar los mismos, según su cualidad. En ese sentido, el problema es aplicar “terapia cognitiva para todo”, atribuyendo que como está afectado el paciente por su modalidad de pensar, es necesario entonces implementar necesariamente, técnicas cognitivas. Estas son utilizadas, aunque no de modo exclusivo. A continuación se distingue que, dependiendo que cual sea la modalidad del pensamiento, se optará por la aplicación de determinada técnica.
- La reestructuración cognitiva implica la modificación de los pensamientos automáticos que aparecen la mente y producen malestar emocional. Si es una distorsión, es mejor discutirlo, revisar si tiene apoyo empírico, hacer reestructuración cognitiva.
- La defusión cognitiva, es no intentar modificar pensamientos y emociones, distanciarse de ellos y accionar según nuestros valores; el término “defusión”, se refiere a no fusiarnos con nuestros pensamientos, es decir, “no darle el timón” de nuestras acciones. Muchas veces los mismos paralizan desembocando en un fenómeno denominado “evitación experiencial”. Si es excesivo, y aparece como rumiación, sobre aquello que no depende de uno y conduce a la evitación o al freezing -no es útil pensar en exceso (rumiar)- hacer defusión cognitiva, no discutirlo ni darle entidad, y actuar, transformarlo en acciones.
Es necesario pues, distinguir entre “rumiar” y “pensar”. La primera varias veces es circular, paraliza, genera malestar emocional y desemboca en la evitación. Frente a situaciones simples, no complejas y no graves, accionar.
Por otra parte, se sabe que la exposición sola en sí misma, sin implementar adicionalmente técnicas verbales, puede modificar pensamientos y emociones.
- La modificación de reglas, rígidas, condenatorias y sin apoyo empírico, varias veces, conducen a que la función, sea de reforzamiento o castigo. Las mismas, pueden independizarse de las contingencias ambientales y constituyen el contexto verbal que enmarca a las mismas, en el pensamiento del paciente.
- La metacognición, hace foco, en el “pensar sobre el pensar”; en cómo nos relacionamos con lo que se está pensando.
- El modelado simbólico, es observar otro pensamiento diferente, otro punto de vista, sobre la situación, propias emociones y acciones. Si es idiosincrásico, ver otros puntos de vista, reinterpretarlo.
- El recondicionamiento encubierto, consiste en que las imágenes mentales que generan un efecto determinado en la acción, de acercamiento o retirada, sean acordes a los objetivos racionales propuestos.
- Si el pensamiento es funcional y mejora la performance, no es necesario modificarlo, también tratar de transformarlo en acciones, por ejemplo, para disminuir la postergación.
En esta síntesis, se muestra las técnicas principales que se aplican ante pensamientos; -se incluye como parte de los mismos, expectativas, creencias, imágenes mentales, emociones concomitantes, etc.- ; es más, incluso para indagar cuanto hay efecto de una derivada o regla, es necesario cotejar la misma con el ambiente al cual se refiere, para entender cuánto hay de efecto del estímulo/situación y de las consecuencias, es decir las contingencias y cuanto de reglas, de contexto verbal. En la entrevista conductual, las intervenciones se implementan, según el análisis topográfico y funcional y los objetivos del tratamiento. O sea, dependiendo de la cualidad y función del pensamiento.