El calentamiento global es un hecho que no se puede negar. Los registros históricos y climatológicos demuestran que la temperatura está aumentando sin parar y que año tras año se rompe los récords de calor. Sin irnos más lejos, el 2016 fue el año más caluroso de la historia y registró un incremento de 0.94° C en comparación con la temperatura promedio del siglo 20. A primera vista pareciera mucho, pero a escala mundial este incremento se traduce en la muerte de los arrecifes de coral, el derretimiento del hielo polar y la afectación de la siembra y agricultura.
La revista Bloomberg confeccionó una estupenda animación en el año 2014 con los datos climatológicos de los últimos 130 años y que ha ido actualizando para demostrarnos el tremendo incremento de la temperatura:
Los efectos del calentamiento global también afectan nuestra conducta y nos hace más irritables, violentos y estresados. El año pasado publicamos una investigación sobre ello:
Puede generar decaimiento, fatiga y al mismo tiempo puede traducirse en irritabilidad, cambio en el ánimo, por no hablar del impacto sobre el descanso. Cuando hace mucho calor cuesta conciliar el sueño y eso incrementa la sensación de cansancio y malestar general durante el día, que al final conduce a un peor humor”. Los efectos del calor sobre el mal dormir han sido constatados en estudios científicos recientes, como este realizado en la Universidad Internacional de Yokohama.¨
Ahora un análisis más reciente de la revista PNAS encontró que el número de ciudades que sufren del estrés por el calor se duplicó después de estudiar a 44 de las 101 ciudades más grandes del planeta. Según el estudio más de 350 millones de personas adicionales sufrirán de los efectos del calor para el año 2050.
Los psicólogos, médicos y especialistas de la salud podemos planear cientos de programas para ayudar a manejar el estrés, la irritabilidad y controlar la violencia, pero nada de eso servirá si el planeta está ardiendo y todos nos sentimos sofocados con el terrible clima que afrontamos.
Es tiempo que tomemos el calentamiento global y la contaminación como temas primordiales en las políticas de salud y medio ambiente.
Fuente: XakataCiencia