Los celos son un sentimiento que genera malestar. Sin embargo, no son un sentimiento a erradicar, puesto que se vinculan con el cuidado de aquellas personas que más se quiere. Son sanos y necesarios para garantizar un buen desarrollo emocional del niño.
Los celos ayudan a los niños a adaptarse a nuevas situaciones y son la vía para mostrar su inquietud por tener que compartir aquello que consideraban únicamente suyo: sus padres. Con el nacimiento de un hermano pequeño, los niños pueden mostrar además de los celos, emociones asociadas como el enfado, el miedo y la inseguridad.
Los niños de entre 2 a 5 años están inmersos en una etapa egocéntrica propia de su desarrollo evolutivo que, poco a poco, irán superando. A partir de los 6 años los celos entre hermanos irán disminuyendo e incluso desapareciendo. Pero hasta entonces, hay que tener mucha paciencia e intentar demostrar a vuestros hijos que los queréis por igual. Algo que internamente es evidente pero en apariencia puede no serlo.
La sentimientos de celos están vinculados a la pérdida de algo que se percibe como propio en favor de una tercera persona. En el caso de un niño que siente celos de su hermano pequeño, lo que intuye es que está perdiendo el amor de sus padres (que es suyo porque hasta ahora era enterito solo para él) y se lo está quitando su hermano pequeño. También puede ocurrir al revés, que sea el pequeño el que sienta celos del primogénito por tener una relación de mayor confianza con los padres.
LOS CELOS ESTÁN VINCULADOS A LA PÉRDIDA DE ALGO QUE SE PERCIBE COMO PROPIO EN FAVOR DE UNA TERCERA PERSONA
Si se piensa por un momento, los celos de los niños hacia sus hermanos no difieren de los celos de los adultos en la pareja. En ambos casos hay otra persona que quiere robar “lo que es nuestro“. En los adultos es un poco más complicado porque existen otras variables en las que no voy a entrar… pero la base del sentimiento tiene el mismo sustrato.
Cómo se manifiestan los celos entre hermanos
Cuando un niño siente celos de su hermano, su comportamiento cambia. Los celos se pueden exteriorizar de dos formas:
• De manera silenciosa. Los celos silenciosos pueden pasar desapercibidos porque el niño “no da guerra“. El niño se comporta bien, obedece a la primera, parece no enfadarse nunca… pero cuidado si antes no actuaba de esa manera. Puede que fuerce un buen comportamiento por el miedo de perder a sus padres. Es muy probable que por dentro esté guardando todo un mar de emociones desagradables y resentimiento.
• De manera ruidosa. Son los celos más llamativos, los que enseguida detectamos.
Algunas de las conductas que suelen aparecer en este tipo de celos son:
• Regresiones: volver a chuparse el dedo, volver a hacerse pis en la cama, retomar los despertares nocturnos…
• Uso de un lenguaje infantil ya superado.
• Dificultad para obedecer, terquedad, negativismo.
• Culpabilizar al hermano objeto de los celos, de los errores propios.
• Agresividad con el hermano o con los padres.
• Cambios de humor sin justificación aparente: irritabilidad, tristeza o llanto.
• Verbalizaciones en las que indique no sentirse querido por los padres.
Qué hacer para ayudar al niño a superar los celos
Para ayudar a tu hijo a superar los celos hacia su hermano, es interesante mostrarle su nuevo rol dentro de la familia. No será el único hijo pero sigue siendo igual de importante. También es necesario enseñarle el valor de compartir. Algo que le acompañará el resto de su vida.
Para llevar a cabo estos aprendizajes, te propongo dos métodos:
• La comunicación familiar.
• Los cuentos.
La comunicación familiar
Cuando llega un nuevo hermano a la familia es todo un acontecimiento. El nuevo miembro necesita cuidados constantes, en casa las rutinas se modifican al igual que los roles de cada miembro de la familia. Los que más sufren estos cambios son los hijos que pasan de ser únicos a ser los mayores, pero aún son pequeños y no comprenden bien qué ocurre y porqué ahora todo es distinto.
Para prevenir que las modificaciones en la dinámica familiar sorprendan a los niños y sean parte de sus frustraciones, lo mejor es hablar con ellos. Dedicarles tiempo y responder a sus preguntas.
A continuación te ofrezco una serie de consejos que te ayudarán a establecer una buena comunicación con tu hijo mayor y que le hará sentir que sigue siendo importante para ti.
• Prepárale para la llegada del hermano pequeño. Háblale de los cambios que va a experimentar el cuerpo de mamá y de lo que significa ser el hermano mayor. Responde a sus preguntas con cariño y comprensión pero no crees falsas ilusiones. Frases como “cuando nazca tu hermanito podrás jugar con él” generan frustración porque crea unas expectativas que no se cumplen hasta mucho tiempo después.
LOS QUE MÁS SUFREN ESTOS CAMBIOS SON LOS HIJOS QUE PASAN DE SER ÚNICOS A SER LOS MAYORES, PERO AÚN SON PEQUEÑOS Y NO COMPRENDEN BIEN QUÉ OCURRE Y PORQUÉ AHORA TODO ES DISTINTO
• Empodera su rol de hermano mayor. Pídele que te ayude a bañar al bebé, a cambiarle los pañales, etc. Le estarás ofreciendo la posibilidad de que se sienta valioso, que crea en sí mismo y en sus fortalezas, y además le ayudarás a percibir el significado de ser el mayor.
• No lo compares. Las comparaciones generan mucha inseguridad y los celos son precisamente el miedo a perder el cariño de los padres. Debes hacerle saber que le quieres por todas sus características positivas y que los errores que comete son oportunidades de mejora. Procura que se sienta especial por como es.
• Permite que pueda expresar todas sus emociones, tanto agradables como desagradables de una forma adecuada sin dañar a nadie. Enséñale a poner en palabras lo que siente, con frases como: “Sé que estás molesto pero no por eso le tienes que pegar.”
• Dedícale tiempo de calidad solo para él. Momentos donde sea el protagonista, donde podáis hablar sin interrupciones, donde podáis leer cuentos juntos o donde pueda enseñarte todo lo aprendido en el colegio.
• Ármate de toneladas de paciencia. (Creo que este es el mejor consejo que te voy a dar). Los celos van a interferir en la dinámica familiar tanto o más que las necesidades del bebé. Para poder hacer frente a todo ello tienes que tener mucha paciencia, y pensar que con cariño y comprensión se pasará.
No es fácil sobrellevar la etapa de los celos. Los adultos están cansados porque apenas duermen y el bebé necesita mucha atención, pero si se consiguen mitigar sus efectos, la relación entre los dos hermanos será envidiable.
Cuentos de ayuda con los celos entre hermanos
Como en otros artículos, siempre me gusta recomendar algún libro. En este caso traigo tres cuentos que ayudarán a explicar a tu hijo la llegada de su nuevo hermano.
Laura y la tripita de mamá
Es un cuento breve con unas excelentes ilustraciones que casi permiten seguir la historia sin apenas leer. El cuento habla de la llegada de un nuevo miembro a la casa y de los cambios que se producen en el cuerpo de la madre durante el embarazo. Está pensado para niños a partir de 2 años.
Este es el enlace de amazon del libro: Laura y la tripita de mama.
Mi recomendación es que lo leáis junto a este otro.
Laura tiene un hermanito
Es la continuación al libro anterior. Este cuento describe cómo se siente Laura con la llegada a casa de su hermano y cómo ha conseguido superar sus celos iniciales.
Laura tiene un hermanito, tiene una presentación estupenda para los niños pequeños porque las hojas son lavables y las esquinas están redondeadas. Además las ilustraciones son muy llamativas para ellos.
¡Yo soy el mayor!
Cuenta la historia del hermano mayor de un grupo de sapos. Al principio del relato el protagonista está celoso y enfadado porque sus padres prestan más atención a sus hermanos pequeños que a él. Así que un día pide un deseo: volver a ser pequeño. Pronto se da cuenta de que ser pequeño no tiene tantas ventajas y que sus padres le quieren igual que a sus otros hermanos.
¡Yo soy el mayor! incluye un poster desplegable y unas fichas sobre celos para padres. Os pueden servir como guía para ayudar a vuestros hijos a superar los celos.
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Artículo previamente publicado en Psiente, blog especializado en temas de psicología infantil y desarrollo.