Valeria Sabater escribió un excelente artículo para el blog de opinión, La mente es maravillosa, donde analiza algunas de las características psicológicas de las personas que viven en una habitación desordenada y también desmitifica las creencia mas populares en torno a este tema.
Su relación con la creatividad:
A la misma conclusión llegó un trabajo publicado en el “The New York Times”, donde se demostró que en ocasiones, un entorno ligeramente desordenado genera que la mente se libere de convencionalismos y pueda moverse en todas direcciones para crear nuevas respuestas, nuevas ideas. Tampoco podemos olvidar que dentro de las fases de la creatividad, está esa “tormenta de ideas” donde de entre el caos, surge la decisión y en consecuencia, la innovación.
El mito de la habitación desordenada = vida caótica:
Cada uno de nosotros habitamos en nuestros espacios privados a nuestra manera y en libertad. Cada rincón es el reflejo de nuestros hábitos y costumbres y no por ello debemos recibir críticas o una etiqueta. Suele decirse, por ejemplo, que las personas desordenadas carecen de metas, que presentan diferentes conflictos internos y que no suelen tirar nada a la basura porque sienten un apego enfermizo a sus recuerdos del pasado.
Este tipo de “sabidurías populares” no siempre aciertan y si hoy nos levantamos y elegimos no hacer la cama ni arreglar la casa es porque tal vez elijamos otra prioridad en ese instante. No tiene por qué significar nada. El desorden que se elige, que se controla y no apabulla, lejos de ser ruido, es la calma para una mente que se identifica con sus posesiones.