Existen algunos métodos que no son muy efectivos para retener información, lo que consigas probablemente se evapore rápidamente. Algunos de esos métodos son: releer un texto, resaltar temas clave, repetir una idea una y otra vez en una intensa sesión de estudio o esperar a entender completamente una idea para entonces intentar aplicarla o explicarla.
Lo que hace que el conocimiento y la comprensión se queden en nuestra memoria es estudiar de tal manera que fallemos una y otra vez. Es decir, poner a prueba nuestro conocimiento y comprensión de formas que nos hagan darnos cuenta de lo que no sabemos es el camino al aprendizaje genuino. Aunque existen muchos estudios que dan cuenta de éstos duros métodos, aquí hay algunos puntos clave: poner a prueba tu memoria, mezclar las cosas con diferentes conceptos, establecer señales de memoria y hacer las pruebas más difíciles en general.
Cualquier técnica de aprendizaje que no es difícil no estará reflejando tu experiencia en la vida real. Hay tres actividades que son efectivas para que la información quede grabada en nuestra memoria a largo plazo:
Hacer las cosas en la vida real o utilizar simulaciones lo más parecidas posibles a la realidad
Los militares realizan juegos de guerra, los pilotos entrenan con simuladores, los futbolistas hacen juegos de práctica contra otro equipo que simula las tácticas del oponente, en clases de psicología utilizamos mucho role playing. Si solo utilizamos condiciones optimas y predecibles nunca estaremos preparados para las vueltas inesperadas que puedan aparecer.
Si sos estudiante tenes que practicar para los exámenes en condiciones que sean tan cercanas a la real como sea posible. Si en el examen no te dejan usar apuntes, no te los permitas cuando practicas para el examen. Si tenes que escribir un ensayo en el examen real, obligate a escribir uno en la práctica. Hace el examen de práctica en el mismo lapso de tiempo que se te dará en el real. De esa forma sabrás si el tiempo es un factor que te pone nervioso o si hay cosas que sabes pero no estás haciendo lo suficientemente rápido.
En contextos no académicos no podes esperar aprender mucho tan solo observando. Por ejemplo, es más probable que te aprendas la ruta al trabajo si manejas vos que si viajas en el asiento de pasajeros.
Es muy difícil aprender cómo hacer algo sin hacerlo.
Recordar información repetidamente
Como sabemos, la mayor parte de la información que absorbemos en un día normal no solo es olvidable sino que, de hecho, la olvidamos rápidamente. No necesitamos saber la ropa que usaban todos los extraños que vimos por la calle.
Pero, ¿cómo hace el cerebro para saber si algo debe ser guardado en la memoria a largo plazo? Según algunos datos, el esfuerzo por recordar algo repetidas veces por un largo período de tiempo es lo que pone esa información en la memoria a largo plazo.
En otras palabras, necesitas tratar de recordar información repetidamente para que se quede en la memoria, pero sin esperar mucho o tratar de solificarla muy rápido. Debes experimentar la frecuencia y espacio que funcionan mejor para vos.
Si se hacen correctamente, los flashcards (físicos o virtuales) son geniales para practicar traer información a la memoria. Pero para utilizar flashcards debes tener disciplina y seguir ciertas reglas: arriesgar una respuesta antes de mirar atrás del flashcard (incluso aunque creas que no tenes idea de la respuesta, ¡puede que te sorprendas!). Aunque respondas mal, ese esfuerzo cava espacio para la respuesta correcta y además sabrás con certeza que esa no era la respuesta la próxima vez. La segunda regla es que debes hacerlo difícil. Espera lo suficiente entre sesiones de práctica, o utiliza bastantes flashcards así cuando vuelves a una será difícil recordar. La tercer regla, los flashcards que contengan información que ya crees saber pueden ir a rotación más lenta, pero no deberías sacarlos de circulación del todo.
Otro método que puede hacer tu práctica más difícil es el de mezclar distintas tareas. Esta técnica se conoce como “interleaving” (entrelazado). Si estás aprendiendo un nuevo idioma, por ejemplo, podes poner ciertos flashcards con las palabras en francés (atrás estaría la traducción al español) y otras del lado español para tratar de recordar la palabra en francés. Si utilizas una aplicación, que sea una que intercale diferentes desafíos o cambia de una aplicación a otra.
Enseña lo que estás aprendiendo, aunque sea a vos mismo
Si queres aprender sobre algo que se te ha enseñado o que has escuchado, escribí sobre eso en tus propias palabras, desde la memoria, luego de los hechos.
Si tuvieras que explicar cosas sin notas, solo con tu memoria, ¿qué dirías? ¿Cuáles son las ideas más importantes? Hacer esta práctica no solo involucra que recuerdes información específica, sino que también incluye poner conceptos juntos en una estructura que crea muchas señales de memoria.
Otra forma de ejercitar esta habilidad para crear estructura es tratar de adivinar a dónde se dirige el profesor cuando está explicando un concepto. Tanto si adivinas como si no lo haces, la situación será memorable.
La misma técnica puede ayudarte a entender el punto de vista de otros. En vez de pensar qué vas a decir u opinar después o interrumpir, piensa en silencio qué dirá la otra persona y nota cuando adivinaste mal. No solo aprenderás algo que no sabías, también serás mejor compañero de conversaciones.
En resumen, aunque las técnicas antes mencionadas son difíciles, cuentan con investigaciones que apoyan su eficacia. Es mejor aprender a utilizar éstos métodos que optar por otros que te dan una impresión errónea de tus avances en la comprensión de un tema.
Fuente: Quartz