La mentalidad con que encaramos los asuntos de salud mental y sus respectivos tratamientos psicoterapéuticos tiene implicancias respecto a cómo respondemos a tales tratamientos, según ha documentado la evidencia. Esta influencia puede ser significativa, y por ese motivo, investigadores estudiaron el impacto de las creencias con relación a la maleabilidad de la ansiedad (la mentalidad de una persona respecto de la ansiedad) después de la psicoterapia. Ellos descubrieron que, así como la mentalidad puede afectar al tratamiento, también el tratamiento puede afectar a la mentalidad, influyendo en el comportamiento que podría interferir con el proceso psicoterapéutico.
Metodología
104 personas con una edad promedio de 25 años, que buscaron tratamiento de psicoterapia en un Centro de Servicios de Psicología, conformaron la muestra de un estudio que tuvo por objeto examinar la mentalidad de emoción y la mentalidad de ansiedad. También se analizó en esta investigación la interacción entre la mentalidad y la sintomatología.
Los participantes fueron evaluados en el momento de su primera cita y nuevamente en su última sesión. Los planes de tratamiento variaron, pero duraron un promedio de 135 días y se basaron en técnicas de terapia cognitivo conductual.
La mentalidad de ansiedad se midió mediante preguntas que evaluaban una mentalidad de crecimiento respecto de la ansiedad (por ejemplo, “todos pueden aprender a controlar su ansiedad”); del mismo modo se evaluó la mentalidad de ansiedad fija (por ejemplo, “no importa cuánto lo intenten, las personas realmente no pueden cambiar la ansiedad que tienen”).
Las mentalidades fija y de crecimiento respecto de la emoción también fueron evaluadas así como los resultados psicológicos de los síntomas de angustia (ansiedad y depresión), las relaciones interpersonales y el funcionamiento dentro de los roles sociales.
Hallazgos
Los participantes mostraron una mentalidad de crecimiento más fuerte respecto de la ansiedad en sus sesiones finales de psicoterapia, en comparación con sus citas de admisión. Esto, dicen los investigadores, ofrece evidencia de que la mentalidad se puede cambiar y que la psicoterapia puede ser un enfoque para alterar la mentalidad de una persona (Reffi et al., 2020). La mentalidad emocional, sin embargo, no mostró cambios significativos después de la terapia.
Sugieren estos hallazgos que la terapia puede ayudar a las personas a aprender que tienen el poder de cambiar y controlar su ansiedad. Este cambio de pensamiento puede ser otro resultado positivo de la psicoterapia que está relacionado con la mejora de la salud mental y el funcionamiento diario, según los autores. Y advierten que si bien esto es una buena noticia para quienes creen que no pueden hacer nada por cambiar su ansiedad, este cambio no sería una forma en que la terapia funcione como mecanismo para mejorar otros síntomas.
Sorprendentemente, después de controlar los posibles factores de confusión, no se encontró que la mentalidad de crecimiento respecto de la ansiedad afectara indirectamente la relación entre los síntomas al inicio del tratamiento y los síntomas después del tratamiento.
Sin embargo, la mentalidad de ansiedad de los participantes en su sesión final se relacionó con sus síntomas de angustia y puntuaciones de roles sociales. Es decir que aquellas personas que experimentan un crecimiento en la mentalidad de ansiedad desde el inicio del tratamiento hasta el final, muestran menos síntomas de ansiedad y depresión (es decir, angustia por síntomas T2) y menos problemas en el trabajo, la escuela, etc. (es decir, papel social T2) después del tratamiento, señalan los investigadores. Y destacan que el aumento de la autoeficacia puede facilitar un mayor compromiso tanto dentro del tratamiento (lo que resulta en una mejora en la angustia por los síntomas) como dentro de los roles sociales (lo que resulta en un mejor funcionamiento dentro de estos roles).
Por supuesto que también puede darse la situación de que los pacientes que se sienten mejor después del tratamiento pueden estar motivados para cambiar sus creencias sobre la posibilidad de mejorar su ansiedad.
Limitaciones
- El estudio no siguió un diseño experimental y no incluyó información sobre los diagnósticos individuales de los pacientes. Por este motivo no pueden establecerse relaciones causales con seguridad, como si los cambios en la mentalidad mejoran la salud mental, o viceversa.
- Además, los participantes fueron evaluados al iniciar y al terminar su tratamiento únicamente, por lo tanto no fue posible examinar cómo cambian la mentalidad y los resultados durante el curso del tratamiento.
- Por otro lado, los investigadores no contaron con datos para analizar las diferencias entre los diagnósticos, por lo que no fue posible determinar si el cambio en la mentalidad de la ansiedad juega un papel más mecánico en el tratamiento que es específico de la ansiedad.
- Como última limitación señalan el tamaño pequeño de la muestra. Advierten por ellos que sus hallazgos no se aplican necesariamente a un grupo más amplio de personas.
Referencia bibliográfica: Reffi, A. N., Darnell, B. C., Himmerich, S. J., & White, K. J. (2020). Implicit beliefs of emotion and anxiety in psychotherapy. En Motivation and Emotion (Vol. 44, Número 3, pp. 453-463). https://doi.org/10.1007/s11031-019-09794-6
Fuente: Psypost