Un grupo de investigadores de la Universidad de Cambridge, Japón y Estados Unidos ha descubierto un método para remover miedos específicos del cerebro empleando tecnología de escaneo cerebral e inteligencia artificial.
La nueva técnica fue publicada en la revista Nature Human Behaviour y podría ser un recurso prometedor para el desarrollo de nuevos tratamientos para las fobias y el trastorno de estrés post-traumático (TEPT).
El mecanismo consiste en leer e identificar memorias de miedo utilizando un procedimiento llamado “Neurofeedback decodificado”, donde se escanea el cerebro y se monitorea su actividad para reconocer patrones complejos que puedan ser indicio de miedos específicos.
Para poner a prueba el sistema, durante el experimento se creó una memoria de miedo en 17 voluntarios saludables mediante la administración de descargas eléctricas de corta duración al mismo tiempo que se visualizaba una imagen computarizada concreta. Cuando los investigadores identificaron el patrón en el monitoreo cerebral, sobre-escribieron la memoria del miedo dando a los sujetos de experimentación una recompensa.
El procedimiento fue realizado durante tres días. A los voluntarios se les dijo que la recompensa monetaria dependería de su actividad cerebral, pero no se les dijo de qué manera. Así, al conectar continuamente patrones sutiles de actividad cerebral vinculados a la descarga eléctrica con una pequeña recompensa, los científicos esperaban gradualmente anular la memoria del miedo.
“La manera en que la información es representada en el cerebro es muy complicada, pero el uso de métodos de reconocimiento utilizando inteligencia artificial nos permite identificar aspectos del contenido de esa información”, explica el Dr. Ben Seymour de la Universidad de Cambridge, uno de los autores del estudio.
“Nos dimos cuenta de que incluso cuando los voluntarios simplemente descansaban, podíamos ver momentos breves en que el patrón de actividad cerebral fluctuante tenía rasgos parciales de la memoria específica del miedo, a pesar de que los voluntarios no estaban conscientes de ello. Ya que pudimos descifrar estos patrones, decidimos dar a los sujetos una recompensa (una pequeña cantidad de dinero) cada vez que identificáramos estas características de la memoria”.
Los investigadores concluyeron que los rasgos de la memoria que previamente servían como predictores de un estímulo doloroso (la descarga eléctrica) fueron reprogramadas para predecir algo positivo: la recompensa.
Según describe el Dr. Ai Koizumi, del Instituto Internacional de Telecomunicaciones Avanzadas (Kyoto) y el Centro de Información de Conexiones Neuronales (Osaka):
“Sorprendentemente, ya no podíamos ver la típica respuesta de sudoración asociada con el miedo.Y tampoco podíamos identificar actividad de excitación en la amígdala (el centro del miedo del cerebro). Esto significaba que habíamos sido capaces de reducir la memoria del miedo sin que los voluntarios la experimentaran conscientemente en el proceso”.
Para aplicar el mecanismo a pacientes, Seymour explica que es necesario construir una librería de códigos de información cerebral para las distintas situaciones u objetos que representan miedo patológico en las personas, posteriormente, se llevarían a cabo sesiones regulares de neurofeedback decodificado para remover gradualmente la respuesta de miedo.
Esta técnica podría ser más benéfica que la intervención farmacéutica y la terapia de exposición, ya que se reducen los efectos secundarios de las drogas y se evita que los pacientes deban someterse a altos grados de estrés.
Fuente: Science Daily