¿Sabes si estás aprovechando tu memoria en su máximo potencial? Nuestro cerebro tiene una gran capacidad para aprender, más de lo que sospechamos, sin embargo la mayoría de nosotros hemos aprendido un modo estereotipado y poco práctico de aprendizaje: la memoria por repetición. Afortunadamente, en los últimos años, las investigaciones en el área de las neurociencias han explicado de qué manera nuestro cerebro aprende información nueva. Esto ha llevado a desarrollar técnicas y estrategias de aprendizaje más efectivas y congruentes respecto a cómo funciona nuestro cerebro ¿Te gustaría aprenderlas?
Mejorar la memoria no es complicado, sólo necesitas un poco de paciencia, creatividad y algunos minutos. Además, al aprender estas técnicas obtendrás muchas ventajas: podrás recordar con facilidad una lista de compras, estudiar con mayor velocidad y facilidad para un examen, evocar una idea que tuviste para un proyecto laboral en un momento en que no podías anotarla (¡¿Quién no ha tenido buenas ideas mientras se estaba duchando?!), recordar una serie de actividades pendientes sin tener la sensación de estar olvidando algo importante, etc.
Además de estas ventajas prácticas, existen otras a largo plazo. Al mejorar la memoria estamos fortaleciendo y creando más conexiones en nuestro cerebro. Una red neuronal más densa ayuda a prevenir el declive normal que se da en la memoria con el paso de los años y retrasar la posibilidad de desarrollar enfermedades como el Alzheimer u otras demencias.
Nunca es tarde para mejorar tu memoria, no importa qué edad tengas, estas técnicas funcionarán bien para ti de cualquier manera y te ayudarán a tener una mente más saludable y una memoria más fuerte.
El cerebro es como una ciudad
Podemos imaginar al cerebro como una gran ciudad: en el centro tenemos edificios grandes con muchas vías de comunicación entre ellos y mucho tránsito. Estos edificios son nuestras memorias más fuertes y arraigadas (nuestra propia identidad, nuestro idioma natal, familia, etc.) a las cuales se puede acceder fácilmente gracias a que hemos construido muchas vías de comunicación para llegar a ellas y entre ellas. Por otro lado, en la periferia hay algunas edificaciones pequeñas y menos comunicadas con los otros edificios que son nuestras memorias más débiles a las que nos cuesta más acceder (un idioma nuevo, nombres de personas que acabamos de conocer, etc.). Todo nuevo aprendizaje empieza en la periferia y a medida que establecemos más conexiones entre este aprendizaje y otros ya existentes, empieza a crecer y se hace más fácil llegar a él.
Ahora bien, una gran ciudad no sólo tiene calles para comunicar sus distintas partes, también puede tener metro, tren y hasta ríos para navegar. Estas distintas modalidades de comunicación son nuestros sentidos. Algunos recuerdos pueden estar comunicados con otros a través de la vista solamente, el gusto, el tacto, etc., o pueden estar conectados con varios sentidos a la vez, lo cual haría que el acceso a ellos sea mucho más sencillo.
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Imagen: C.O.D. Library (Flickr)