En el número de Julio de la revista Archives of Sexual Behavior, investigadores liderados por Sandhya Ramrakha publicaron su hallazgo de una fuerte relación entre la adicción y la conducta sexual.
El estudio utilizó los datos de la famosa cohorte de Dunedin, Nueva Zelanda (1037 sujetos que habían nacido entre 1972 y 1973) y se les consultó sobre sus parejas sexuales, así como también el uso de alcohol y otras drogas. Se encontró que las mujeres que tuvieron más de dos parejas sexuales cuando tenían entre 18 y 20 años fueron cerca de 10 veces más propensas a desarrollar un problema con las drogas relacionadas con el alcohol y la marihuana a la edad de 21 años, que aquellas que no tenían pareja o solo tuvieron una pareja sexual. Tener más de dos parejas de los 21 a 25 años incrementó el riesgo de adicción a la edad de 26 por un factor de 7 puntos. A la edad de 32, el riesgo fue cerca de 18 veces más grande para las mujeres que tuvieron entre dos y tres parejas a los 26 a 31 años, comparadas con aquellas que tenían no tenían pareja o solo tuvieron una pareja durante ese mismo tiempo.
La impulsividad puede incrementar la conducta de riesgo de cualquier tipo
Para los hombres, el riesgo también se incrementó, pero no tanto. Más de una pareja sexual a la edad de 18 a 20 triplicó el riesgo de un trastorno serio de uso de sustancias a la edad de los 21 y el riesgo se vio cuadruplicado para los que tuvieron más de dos a tres parejas a esa edad.
Los investigadores ajustaron los datos para tomar en consideración el efecto que podrían tener los trastornos mentales sobre la conducta sexual de riesgo, incluyendo múltiples parejas e intentaron controlar el estatus socioeconómico; sin embargo, la relación entre múltiples parejas sexuales y la adicción a las drogas y alcohol se mantuvo igual.
Los investigadores, especulan que existen varias explicaciones para esta conexión:
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La impulsividad puede incrementar la conducta de riesgo de cualquier tipo, y en algunos casos puede conducir tanto al uso indebido de drogas, como a la actividad sexual.
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También es posible que las ocasiones de consumo de sustancias facilitaran el comportamiento sexual debido a sus efectos desinhibitorios. Los jóvenes son más propensos a tener encuentros sexuales en las situaciones donde se sirve alcohol.
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Podría ser también que las múltiples relaciones fallidas crean ansiedad por iniciar nuevas relaciones. La “automedicación” con sustancias puede ser una manera de lidiar con la ansiedad interpersonal. Las mujeres, que culturalmente se espera que prefieran la monogamia, pueden tener un mayor riesgo que los hombres.
Este estudio nos recuerda la complicada relación entre la conducta sexual y la adicción y estas posibles explicaciones tal vez en un futuro próximo nos ayuden a diseñar e implementar nuevas estrategias que ayuden a los más vulnerables.
Fuente: Healthland