La legalidad del consumo de cannabis es debatida en muchos paíse: hay lugares que penalizan su consumo, otros que reprimen la tenencia en cantidades que no sean para consumo personal, y otros que tienen regularizado su consumo y comercialización. El uso recreativo de marihuana es más potente y accesible que años atrás, y esto resalta la necesidad de entender sus efectos en la mente humana.
¿Por qué es importante? El uso recreativo de marihuana es más generalizado y accesible que años atrás, y esto resalta la necesidad de entender sus efectos secundarios. Sin embargo, los hallazgos de las investigaciones son contradictorios, por lo que sigue en debate el impacto que tiene el consumo de cannabis de moderado a intenso en el desarrollo del cerebro y el funcionamiento cognitivo.
¿Qué encontraron las investigaciones hasta el momento?
- Consumir marihuana para reducir el estrés empeoraría los síntomas depresivos, el estrés y la ansiedad (Glodosky & Cuttler, 2020).
- Los informes de la encuesta anual Monitoring the Future (MTF) sobre el consumo de drogas y las actitudes hacia ellas entre estudiantes de secundaria y preparatoria en los Estados Unidos muestran que, a medida que las percepciones de los adolescentes sobre los riesgos de la marihuana han disminuido de forma constante durante la última década, el consumo de cannabis de moderado a intenso entre los adolescentes ha aumentado a la par.
- También han encontrado que el consumo regular (por lo menos una vez por semana) de cannabis está asociado con la reducción del volumen de la región cerebral responsable del procesamiento emocional facial (Maple et al., 2019).
- Por otro lado, uno de los estudios longitudinales de gemelos más grandes, que investigó el impacto del consumo de marihuana en las puntuaciones de coeficiente intelectual de adolescentes, encontró poca evidencia que sugiera que el consumo de marihuana en adolescentes tiene un efecto directo en decadencia intelectual (Jackson et al., 2016).
- Después de revisar sesenta y nueve estudios en los que participaron 2152 consumidores de cannabis con una edad promedio de 20,6 años, los investigadores de una revisión sistemática y metaanálisis concluyeron que los estudios previos sobre el uso de cannabis en jóvenes pueden haber exagerado la magnitud y la persistencia de los déficits cognitivos asociados con el uso (Cobb Scott et al., 2018).
- Se ha identificado un vínculo entre el uso intensivo de marihuana, un funcionamiento cognitivo más deficiente y problemas de memoria. Específicamente, un estudio encontró que “los adolescentes que consumen mucha marihuana a menudo muestran desventajas en el desempeño neurocognitivo, desarrollo cerebral macroestructural y microestructural y alteraciones en el funcionamiento cerebral” (Jacobus & Tapert, 2014).
- Y otra investigación encontró que quienes consumen cannabis tienen una mayor susceptibilidad a las distorsiones de la memoria incluso cuando están en abstinencia y sin drogas, lo que sugiere un compromiso duradero de la memoria y los mecanismos de control cognitivo involucrados en el monitoreo de la realidad” (Riba et al., 2015).
Por último, cabe señalar una investigación reciente que realizó una comparación entre hermanos sobre los efectos del consumo de cannabis moderado a intenso, en el funcionamiento cognitivo de los adolescentes, durante un período de siete años. Específicamente, los autores tuvieron presentes otros factores de riesgo que podrían influir en esta relación.
Metodología: la investigación incluyó a 1.192 participantes adolescentes, de 596 familias diferentes. El consumo de marihuana se evaluó mediante entrevistas clínicas; las capacidades cognitivas se midieron mediante una batería de pruebas neuropsicológicas. Primero, recopilaron datos entre 2001 y 2006, cuando los participantes tenían una edad promedio de 17 años; en una segunda etapa, los datos fueron recopilados de 2008 a 2013, cuando la edad promedio de los participantes del estudio era de 24 años.
Hallazgos: los investigadores encontraron que la mayor frecuencia de consumo de cannabis y un inicio más temprano del consumo regular se asociaron con peor rendimiento cognitivo, específicamente en las pruebas de memoria verbal.
Concluyen los autores que el consumo moderado de cannabis en adolescentes puede tener efectos adversos sobre el funcionamiento cognitivo, específicamente la memoria verbal, que no pueden explicarse por factores familiares (Ellingson et al., 2020).
Estos hallazgos aparentemente contradictorios hacen que sea particularmente difícil formular políticas de salud pública capaces de proteger el bien jurídico respetando las libertades de las personas.
Referencia bibliográfica:
Cobb Scott, J., Slomiak, S. T., Jones, J. D., Rosen, A. F. G., Moore, T. M., & Gur, R. C. (2018). Association of Cannabis With Cognitive Functioning in Adolescents and Young Adults: A Systematic Review and Meta-analysis. JAMA psychiatry , 75(6), 585-595. https://doi.org/10.1001/jamapsychiatry.2018.0335
Ellingson, J. M., Megan Ross, J., Winiger, E., Stallings, M. C., Corley, R. P., Friedman, N. P., Hewitt, J. K., Tapert, S. F., Brown, S. A., Wall, T. L., & Hopfer, C. J. (2020). Familial factors may not explain the effect of moderate‐to‐heavy cannabis use on cognitive functioning in adolescents: a sibling‐comparison study. En Addiction. https://doi.org/10.1111/add.15207
Glodosky, N. C., & Cuttler, C. (2020). Motives Matter: Cannabis use motives moderate the associations between stress and negative affect. Addictive Behaviors, 102, 106188. https://doi.org/10.1016/j.addbeh.2019.106188
Jackson, N. J., Isen, J. D., Khoddam, R., Irons, D., Tuvblad, C., Iacono, W. G., McGue, M., Raine, A., & Baker, L. A. (2016). Impact of adolescent marijuana use on intelligence: Results from two longitudinal twin studies. Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America, 113(5), E500-E508. https://doi.org/10.1073/pnas.1516648113
Jacobus, J., & Tapert, S. F. (2014). Effects of Cannabis on the Adolescent Brain. Current pharmaceutical design, 20(13), 2186-2193. https://www.eurekaselect.com/111820/article
Maple, K. E., Thomas, A. M., Kangiser, M. M., & Lisdahl, K. M. (2019). Anterior cingulate volume reductions in abstinent adolescent and young adult cannabis users: Association with affective processing deficits. En Psychiatry Research: Neuroimaging (Vol. 288, pp. 51-59). https://doi.org/10.1016/j.pscychresns.2019.04.011
Riba, J., Valle, M., Sampedro, F., Rodríguez-Pujadas, A., Martínez-Horta, S., Kulisevsky, J., & Rodríguez-Fornells, A. (2015). Telling true from false: cannabis users show increased susceptibility to false memories. Molecular Psychiatry, 20(6), 772-777. https://doi.org/10.1038/mp.2015.36
Fuente: Psychology Today