Sabemos que el maltrato infantil es un factor de riesgo para el desarrollo de trastornos mentales. Sin embargo, los hallazgos de un estudio que se enfocó en los recuerdos de una persona sobre el abuso y la negligencia indican que estos podrían tener una influencia más grande de lo que se pensaba en la salud mental.
Porqué es importante
Este es el primer estudio en investigar ampliamente la contribución de experiencias subjetivas (recuerdos) y objetivas (registros oficiales de la corte) de maltrato en el desarrollo de trastornos mentales. Hasta ahora, no se sabía si lo que se relacionaba con el desarrollo de síntomas psiquiátricos era la experiencia personal de maltrato o el registro objetivo del mismo.
Además, lamentablemente es probable que debido al confinamiento veamos un aumento en casos de maltrato infantil, lo que hace que estos datos sean muy valiosos en este momento.
Metodología
El estudio fue realizado en base a datos de 1,196 niños. Del total de participantes, 908 personas fueron identificadas como víctimas de abuso infantil o negligencia por registros oficiales entre 1967 y 1971. También se incluyeron 667 personas con características demográficas similares pero sin dichos registros de abuso o negligencia.
Se realizó un seguimiento de los participantes 20 años después y se les evaluó para examinar si existían problemas psiquiátricos. Además se les pidió que proveyeran su propio reporte de si habían sufrido abuso o negligencia en la infancia. En el seguimiento se mantuvieron 1196 participantes.
Se examinó una variedad de trastornos mentales como trastorno por estrés postraumático, trastorno de personalidad antisocial, abuso y/o dependencia de alcohol y abuso y/o dependencia de drogas.
Resultados
Se observó que aquellos sujetos identificados como víctimas de maltrato infantil por informes oficiales de la corte, pero que no recordaban la experiencia no tenían mayor riesgo de presentar trastornos mentales que aquellos sin experiencias subjetivas u objetivas de abuso y negligencia.
Sin embargo, las personas que sí recordaban la experiencia y habían sido identificadas como víctimas de maltrato infantil, tenían un riesgo 35% mayor de presentar trastornos emocionales en la adultez (como depresión y ansiedad). El hallazgo se mantenía incluso entre diferentes tipos de maltrato y psicopatología, géneros y razas.
El nivel de riesgo era similar para aquellos que habían sufrido maltrato infantil pero no tenían evidencia de la corte (29%).
Referencia del estudio original: Danese, A., Widom, C.S. Objective and subjective experiences of child maltreatment and their relationships with psychopathology. Nat Hum Behav (2020). https://doi.org/10.1038/s41562-020-0880-3
Fuente: Science Daily