Trabajar largas horas, estar aislado de la familia y estar en contacto con personas infectadas puede causar trauma. Ante este panorama, el impacto de las crisis de salud pública en la salud mental suele pasarse por alto. Investigadores realizaron el primer informe sobre el estado psicológico de los trabajadores de salud en Wuhan, lugar donde se originó el brote de COVID-19; según el documento, quienes se encuentran en la primera línea están sufriendo una carga psicológica significativa (Kang et al. 2020).
“La cantidad de personas que sufren impactos en la salud mental después de un evento importante a menudo es mayor que la cantidad de personas con lesiones físicas, y los efectos sobre la salud mental pueden durar más,” explican los investigadores.
Puede haber formas de aliviar la carga psicológica de los trabajadores médicos. En Wuhan se pusieron en marcha planes de intervención de salud mental para estos profesionales. Se ofreció apoyo en forma de folletos de salud mental, psicoterapia y asesoramiento, pero es importante examinar si estos programas son efectivos o no.
Los investigadores realizaron un estudio para explorar el impacto psicológico de la epidemia de COVID-19 en el personal del hospital en Wuhan y examinar el impacto de los servicios de intervención psicológica para abordar esta carga.
Se distribuyó una encuesta del 29 de enero de 2020 al 4 de febrero de 2020 a médicos y enfermeras que trabajan en Wuhan, China. En total, 994 trabajadores médicos completaron el cuestionario, incluidos 183 médicos y 811 enfermeras. Para evaluar su riesgo de exposición a COVID-19, se preguntó a los trabajadores si estaban tratando o no a pacientes con el virus y si ellos o las personas cercanas a ellos habían contraído el virus.
La encuesta incluyó un test de salud mental que evaluó los síntomas de depresión, ansiedad, angustia e insomnio mediante autoinformes. A los participantes también se les preguntó sobre el tipo de servicios de salud mental a los que habían accedido y el tipo de servicios en los que estarían interesados más adelante.
Según sus puntajes de salud mental, los participantes se clasificaron en cuatro grupos. Los resultados mostraron que el 34% de los trabajadores médicos mostraron alteraciones psicológicas leves, el 22% mostraron alteraciones moderadas y el 6% mostraron alteraciones graves. El 36% no alcanzó el umbral para los trastornos de salud mental.
Hubo evidencia que sugiere que el acceso a la atención psicológica puede haber desempeñado un papel protector para quienes experimentan los efectos menos graves. Aquellos con niveles de perturbación más bajos habían accedido a más materiales de salud mental como folletos y más recursos psicológicos proporcionados a través de los medios digitales que aquellos que experimentaron el mayor daño psicológico. También tenían menos probabilidades de informar un deseo de obtener habilidades de autoayuda o asesoramiento de profesionales. Sin embargo, los investigadores señalan que dado que el estudio fue transversal, la causa y el efecto no se pueden determinar.
Los autores concluyen que un número alarmante de trabajadores de la salud en Wuhan están sufriendo angustia psicológica durante el brote de COVID-19. Destacan que el personal médico que se ocupa de los brotes del virus necesita y busca ayuda y que “la atención a estos cuidadores, ya sea a través de asesoramiento cara a cara o apoyo comparable a través de plataformas digitales como las interfaces de teléfonos celulares, es esencial en los esfuerzos para extender su eficiencia inmediata y para proteger mejor su salud mental a largo plazo.”
Referencia bibliográfica:
Kang, L., Ma, S., Chen, M., Yang, J., Wang, Y., Li, R., Yao, L., Bai, H., Cai, Z., Xiang Yang, B., Hu, S., Zhang, K., Wang, G., Ma, C., & Liu, Z. (2020). Impact on mental health and perceptions of psychological care among medical and nursing staff in Wuhan during the 2019 novel coronavirus disease outbreak: A cross-sectional study. Brain, Behavior, and Immunity. https://doi.org/10.1016/j.bbi.2020.03.028
Fuente: Psypost