Una nueva investigación, publicada en el Journal of Clinical Oncology, llama nuestra atención hacia los sobrevivientes del cáncer, ya que ha observado problemas de ansiedad y depresión en esta población.
Los investigadores analizaron datos tomados del National Health Interview Survey, una encuesta representativa de los hábitos de salud de los norteamericanos. Se observaron 3184 personas sobrevivientes del cáncer y se los comparó con un grupo similar conformado por personas que no eran pacientes. Se encontraron tasas más altas de ansiedad, depresión y uso de antidepresivos entre los sobrevivientes. En general, el 19% de los sobrevivientes utilizó antidepresivos entre los años 2010 y 2013, comparados con el 10% del otro grupo. Extrapolando los datos, los científicos estimaron que 2.5 millones de sobrevivientes en todo el país han utilizado antidepresivos esos años.
La autora principal, Dra. Nikki Hawkins, piensa que estos hallazgos nos dan una lección ya que se ha investigado mucho sobre el tratamiento de esta terrible enfermedad, pero estos datos nos muestran que hay efectos a nivel psicológico incluso luego de finalizado el tratamiento, a los que también debemos prestar atención.
Entre los sobrevivientes habían otros factores que predijeron el uso de antidepresivos: ser de la mediana edad, blanco y del sexo femenino incrementa las probabilidades de utilizar dichos medicamentos (factores similares a los vistos en pacientes de ansiedad y depresión). Observados separadamente, ser soltero incrementaba las chances de tomarlos por ansiedad, mientras que tener tres o más condiciones crónicas aumentaba las probabilidades de utilizarlos para la depresión. Sin embargo, la mayoría utilizaba la droga para lidiar con ambas condiciones simultáneamente. Y mientras que tener cáncer con pronósticos cortos de vida incrementaba el riesgo de utilizar antidepresivos, las personas que vivían años luego de la remisión eran tan propensas a tomarlos como los sobrevivientes nuevos, es decir que muchos continuaron teniendo problemas de salud mental mucho después de que pasara la enfermedad.
Debido a que la encuesta era un auto-reporte, los investigadores no pudieron determinar si el usuario estaba formalmente diagnosticado con ansiedad o depresión por un profesional. De manera similar, los científicos no saben si muchos sobrevivientes pasaron por otros tratamientos (como psicoterapia). Sin embargo, varios estudios recientes sugieren que se siguen presentando estos problemas en los sobrevivientes del cáncer (1, 2).
Los profesionales de la salud necesitan tener en cuenta estos datos para proveer la atención necesaria a esta población. También se necesita seguir investigando sobre el tema, tal vez también en relación a intervenciones eficaces en sobrevivientes de cáncer y a los factores que dejan tan vulnerable a esta población.
Fuente: Medical Daily