Con la llegada de un nuevo bebé, cada padre concibe diferentes formas de relacionarse con él, y del mismo modo lo hará el niño con sus padres. Cuando pensamos en la comunicación entre bebés y padres, consideramos los distintos signos o gestos simbólicos manifestados por los infantes, que podrían ser entendidos como el lenguaje de su edad. De esta manera, hay padres que consideran que pueden contribuir al desarrollo del lenguaje de sus bebés, enseñándoles nuevos signos o gestos simbólicos.
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Sin embargo, investigadores de la Universidad de Hertfordshire no han encontrado evidencia que respalde las afirmaciones de que el uso de signos o gestos simbólicos con bebés ayuda a acelerar su desarrollo del lenguaje. En un artículo que será publicado en Child Development, los investigadores realizaron un estudio controlado para evaluar los beneficios del gesto simbólico o signos de bebé. Los signos del bebé son utilizados por muchos padres para comunicarse con sus hijos antes de que sean capaces de hablar. Se afirma que los ‘signos del bebé’ ayudan a los pequeños a aprender a hablar, aumenta su vocabulario y mejora la unión entre la madre y el bebé.
El equipo de investigadores dirigido por la Dra. Liz Kirk, del Departamento de Psicología de la Universidad de Hertfordshire, reclutó cuarenta díadas madre-bebé para el estudio, cuando los bebés tenían ocho meses de edad. Cada díada fue asignada al azar a un gesto determinado o a ningún gesto, y el desarrollo de cada bebé fue sistemáticamente seguido a lo largo de un período de doce meses.
La Dra. Liz Kirk explicó: “Aunque los bebés aprendieron los gestos y los usaron para comunicarse mucho antes de que empezaran a hablar, no aprendieron las palabras asociadas con mayor rapidez que los bebés a quienes no se les asignó un gesto, ni tampoco mostraron estos últimos mayor desarrollo del lenguaje.”
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Sin embargo, los resultados del estudio pusieron de manifiesto que las madres que gesticularon con sus bebés fueron más sensibles a las pistas no verbales de sus hijos y las animó a pensar en sus bebés como individuos con una mente.
Las implicaciones del estudio indican que este descubrimiento podría ser importante en situaciones clínicas donde los primeros gestos de los bebés o niños pequeños pueden proporcionar intervenciones en tiempo oportuno cuando exista un riesgo de retraso o discapacidad en el lenguaje.
Fuentes: Universidad de Hertfordshire; Science Daily.