Un estudio longitudinal sueco nos muestra que el hambre, las inclemencias del tiempo, la guerra y la indiferencia no son los únicos males que afectan a los refugiados (como si fuera poco). La investigación resalta las altas probabilidades de que sufran problemas de salud mental graves ya que, por ejemplo, tienen tres veces más riesgo de padecer esquizofrenia.
Si bien ya habían estudios que hablaban del riesgo de depresión, ansiedad, estrés postraumático y somatizaciones en esta población, poco se había investigado sobre la esquizofrenia.
El objetivo de este estudio fue determinar si estas personas tienen mayor riesgo de sufrir esquizofrenia y otros trastornos psicóticos no afectivos. Para ello se les comparó con inmigrantes que no son refugiados (pero que vienen de regiones similares) y con la población sueca.
La muestra se seleccionó con el siguiente criterio: personas que viven en Suecia y han nacido luego del 1 de Enero de 1984. Se les ha hecho seguimiento desde los 14 años o desde que llegaron a Suecia. Dicho procedimiento continuó hasta realizado el diagnóstico de un trastorno psicótico no afectivo, la emigración, la muerte o hasta el 31 de Diciembre de 2011.
Así se reclutó a 1.347.790 personas, incluyendo personas nacidas en Suecia de padres suecos (1.191.004; 88,4%), refugiados (24.123; 1.8%) e inmigrantes que no eran refugiados (132.663; 9,8%). Provenían de cuatro regiones que generan muchos refugiados: Oriente Medio y norte de África, África sub-sahariana, Asia y Europa del este y Rusia.
¿Cuáles fueron los resultados?
El estudio concluyó que los refugiados enfrentan un riesgo elevado de esquizofrenia y otros trastornos psicóticos no afectivos comparados con los otros dos grupos. Por cada 100.000 personas, serían esperables 4 diagnósticos de trastorno psicótico no afectivo en ciudadanos suecos, 8 en inmigrantes y 12 en refugiados. También se observó que el riesgo era más marcado en hombres y se presentaba en refugiados de todas las áreas, excepto África sub-sahariana. Tanto los refugiados, como los inmigrantes de África sub-sahariana tenían tasas similares a la población sueca.
Es muy probable que los millones de refugiados que huyen de Siria y esperan que Europa les abra las puertas, estén pasando situaciones similares. Por esta razón, los científicos instan a los profesionales de la salud de estas áreas tengan muy presentes las características de esta población. El objetivo debe ser planificar una atención adecuada.