Un estudio publicado en el Journal of Personal and Social Relationships encontró que los recuerdos interconectados serían la clave de los vínculos fuertes de amistad.
Nicole Iannone y sus colegas utilizaron un método novedoso para evaluar el “sistema de memoria transactiva” (sistemas compartidos de registro, almacenamiento y recuerdo de información). En una muestra de 216 estudiantes y reclutamiento online, hallaron un alto nivel de coincidencia en ítems como “mi mejor amigo y yo podemos recordarnos el uno al otro cosas que sabemos.” El índice incluso fue mayor cuando los participantes se referían a amistades que eran más largas, con más confianza o de una calidad superior en general (satisfacción y compromiso).
El género no tuvo efecto en el grado de interconexión, pero parecía dar forma al tipo de interconexión. En un segundo estudio con 340 participantes, los amigos del mismo sexo fueron más propensos a tener superposiciones en áreas similares de la memoria (por ejemplo, ambos sabían mucho sobre películas), mientras que las amistades de distinto sexo tenían distintas áreas de conocimiento.
Los autores notan que en su muestra, la interdependencia de la memoria fue el mejor predictor de la calidad de la amistad. Fue mejor incluso que la duración de la amistad o la medición general de confianza, aumentando la idea de que depositar fe en otra persona para que guarde tu pasado es una faceta importante de la intimidad a largo plazo.