El 12 de mayo de 2008, un fuerte terremoto que midió 8,0 en la escala de Richter, tuvo lugar en el suroeste de China. Como consecuencia, los sobrevivientes presentaron trastornos psiquiátricos de forma generalizada. y provocó la aparición generalizada de trastornos psiquiátricos entre los supervivientes. Sus síntomas aparecieron semanas o meses después de los sucesos traumáticos, e incluso 3 años después, la prevalencia del trastorno por estrés postraumático (TEPT) se mantuvo en el 10,3% (Zhang et al., 2015). Debido a las débiles condiciones naturales y la falta de recursos médicos locales, fue difícil proporcionar un tratamiento eficaz a tiempo. Los niños se vieron afectados tanto física como psicológicamente. La falta de tratamiento permitió que los síntomas siguieran su curso natural, y el seguimiento de los niños sobrevivientes fue capaz de registrar completamente el impacto de varios factores en el mantenimiento del TEPT.
¿Por qué es importante?
La exposición a traumas fuera del ámbito de la vida diaria evoca miedo, impotencia y terror. El trastorno psiquiátrico por estrés postraumático se desarrolla después de que las personas sufren eventos traumáticos que amenazan la vida; y tiene grandes índices de prevalencia en niños después de un terremoto.
Numerosos estudios empíricos apoyan la eficacia de las intervenciones psicológicas centradas en el trauma y la farmacoterapia. En la práctica clínica, las personas sin un comportamiento de búsqueda de tratamiento (Gavrilovic et al., 2005) o sin suficiente atención médica (Morina et al., 2010) tienen una probabilidad limitada de recuperarse de los síntomas del TEPT. En un contexto donde los recursos para intervenciones podrían ser insuficientes, cobra mayor relevancia identificar a los factores de mantenimiento del TEPT para planificar una asignación racional de recursos médicos.
Las experiencias traumáticas, los rasgos de personalidad y el genotipo influyen en la aparición del TEPT (Chen et al., 2017; Hong & Efferth, 2016; Zhou et al., 2015). ¿Qué factores podrían reforzar su mantenimiento?
Recientemente, un equipo de investigadores estudió el papel de las experiencias traumáticas, los rasgos de personalidad y el genotipo en el mantenimiento de los síntomas del TEPT (Li et al., 2020).
Metodología
Para averiguarlo, los investigadores se valieron de una investigación epidemiológica anterior a gran escala. Un año después del terremoto de Wenchuan, se seleccionaron al azar 215 niños con síntomas de TEPT a quienes se les tomaron muestras de sangre. A todos se les realizó un seguimiento, y sus síntomas de TEPT fueron evaluados 3 años más tarde.
La versión para adolescentes del Índice de Reacción del TEPT de UCLA, la escala de exposición a terremotos y el Cuestionario de Personalidad de Junior Eysenck se utilizaron para determinar los síntomas del TEPT, las experiencias traumáticas y los rasgos de personalidad, respectivamente. Los investigadores secuenciaron los genes candidatos implicados en la regulación de la potenciación a largo plazo a través de receptores de tipo NMDA para identificar las variaciones de SNP relacionadas.
Los pacientes tienden a manifestar diferentes síntomas del trastorno incluso después de tener las mismas experiencias, lo que significa que los rasgos de personalidad juegan un papel esencial en el TEPT (Fauerbach et al., 2000; Gil, 2005). Vale la pena señalar que el genotipo es el mismo que los rasgos personales en el TEPT. En términos de mecanismos moleculares, la potenciación a largo plazo (LTP) depende de los receptores NMDA (NMDAR) en las sinapsis, y es el correlato celular fundamental del aprendizaje y la memoria (Baltaci et al., 2019). La plasticidad sináptica, a la que pertenece la LTP (Kruijssen & Wierenga, 2019), juega un papel vital en el desarrollo del cerebro y responde a una amplia gama de factores, como las experiencias de vida (Kolb et al., 2017; Kruijssen & Wierenga, 2019). Todos los hechos sugieren que la LTP es motivo de preocupación en la infancia. Además, el estrés puede afectar la LTP (Kehoe & Bronzino, 1999; Pereda-Pérez et al., 2013), y la disminución de la inducción de LTP en ratones resultó en recuerdos de miedo facilitados (Wei et al., 2020). Los resultados de los estudios sugieren que la LTP participa en la aparición y el mantenimiento del TEPT (He et al., 2018), y este proceso se ajusta mediante citocinas, como BDNF y TrkB (Baltaci et al., 2019; Black, 1999; Mu et al., 1999; Pláteník et al., 2000)
Hallazgos
Este estudio encontró que estar atrapado durante un largo período de tiempo, sentir que la propia vida o la de un miembro de la familia está en peligro, perder a un familiar o amigo cercano, la extraversión, el neuroticismo, TrkB, G72 y CNTF se asociaron con el mantenimiento de los síntomas del TEPT.
Las experiencias, los rasgos de personalidad y el genotipo influyeron en el mantenimiento del trastorno de estrés postraumático en los niños supervivientes a los que se les hizo un seguimiento sin medicamentos. Este resultado, dicen los investigadores, podría ayudar a identificar posibles objetivos de tratamiento y promover la asignación racional de recursos médicos en un contexto con recursos limitados.
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Fuente: BMC Psychiatry