Un estudio de neuroimagen en niños pequeños expuestos a abuso físico o emocional en los últimos 6 meses informó que los niños que sufrieron un maltrato más severo tendían a tener un volumen cerebral total más bajo. Esto se debía principalmente a un volumen de materia gris más pequeño y estaba asociado con habilidades cognitivas más bajas. El artículo fue publicado en Neurobiology of Stress.
El maltrato infantil se refiere a varias formas de abuso y negligencia experimentadas por niños menores de 18 años. Incluye abuso físico, emocional y sexual, así como negligencia física y emocional. El abuso físico implica infligir daño físico a través de acciones como golpear o quemar. El abuso emocional incluye comportamientos que dañan la autoestima o el bienestar emocional de un niño, como el abuso verbal o la crítica excesiva. El abuso sexual implica cualquier actividad sexual con un niño, incluyendo abuso, violación o explotación. La negligencia, por otro lado, ocurre cuando un cuidador no proporciona las necesidades básicas de un niño, incluyendo alimentos, refugio, atención médica y crianza emocional.
El maltrato infantil puede tener efectos duraderos en la salud mental y física de una persona. Estudios han indicado que puede llevar a condiciones como depresión, ansiedad, abuso de sustancias y condiciones de salud crónicas más adelante en la vida. Uno de los posibles mecanismos a través de los cuales se desarrollan estos efectos son los cambios en la estructura y función del cerebro. El cerebro humano puede cambiar como función de la experiencia, y esto es particularmente el caso con los cerebros de los niños, cerebros que aún están en desarrollo. Estudios en humanos y animales han reportado asociaciones entre el maltrato infantil y variaciones en la estructura cerebral, función y conectividad.
La autora del estudio, Judith Joseph, y sus colegas deseaban explorar si la gravedad del maltrato está asociada con el volumen cerebral global y los volúmenes de áreas específicas y tejidos en los cerebros de los niños. También les interesaba saber si estas diferencias en el volumen cerebral están asociadas con la capacidad intelectual de los niños. Los investigadores hipotetizaron que tanto el volumen cerebral como la capacidad intelectual están relacionados con la gravedad del maltrato, esperando que los niños que hayan sido más severamente maltratados muestren volúmenes más bajos de tejidos cerebrales específicos y volumen cerebral total, así como habilidades intelectuales disminuidas.
La investigación
El estudio incluyó a 86 niños, de 3 a 5 años, que habían experimentado abuso físico y emocional y negligencia en los seis meses previos al estudio. Estos niños fueron reclutados de una amplia gama de servicios locales de bienestar y protección infantil.
Clínicos entrenados llevaron a cabo la Entrevista de Clasificación de Maltrato Materno con los cuidadores de los niños participantes para evaluar la gravedad del maltrato experimentado. Esta entrevista abordaba el abuso sexual, el abuso físico, el maltrato emocional y tres subtipos de negligencia: falta de provisión, falta de supervisión y maltrato moral, legal y educativo. Al comienzo del estudio y nuevamente 12 meses después, los niños realizaron pruebas de habilidades cognitivas. Cincuenta y uno de los niños también se sometieron a resonancia magnética de sus cerebros.
Los resultados indicaron que los niños que habían experimentado un maltrato más severo tendían a tener volúmenes cerebrales más pequeños. Específicamente, un aumento en la gravedad del maltrato de una desviación estándar se asoció con una disminución del 3.61% en el volumen intracraneal. En cuanto a los tejidos cerebrales específicos, los niños que fueron más severamente maltratados generalmente tenían un volumen de materia gris más bajo, lo que se correlacionaba con habilidades intelectuales más bajas tanto al inicio del estudio como un año después.
“Proporcionamos evidencia de que una mayor gravedad del maltrato en la infancia temprana está relacionada con un tamaño cerebral más pequeño a una edad muy temprana con consecuencias significativas para la capacidad intelectual, probablemente estableciendo un camino para desventajas a largo plazo de gran alcance. Es necesario obtener información sobre los procesos moleculares y neuronales que subyacen al impacto del maltrato en la estructura y función del cerebro para derivar objetivos impulsados por mecanismos para intervenciones tempranas”, concluyeron los autores del estudio.
El estudio arroja luz sobre los vínculos entre las experiencias de la infancia temprana y la estructura global del cerebro. Sin embargo, cabe destacar que el estudio se realizó en un grupo muy pequeño de niños. Además, el diseño del estudio no permite sacar conclusiones de causa y efecto a partir de los datos. Los estudios en grupos más grandes de niños podrían no arrojar resultados iguales.
Referencia: Joseph, J., Buss, C., Knop, A., de Punder, K., Winter, S. M., Spors, B., Binder, E., Haynes, J.-D. & Heim, C. (2023). Greater maltreatment severity is associated with smaller brain volume with implication for intellectual ability in young children. Neurobiology of Stress, 27, 100576. https://doi.org/10.1016/j.ynstr.2023.100576