El control de los pensamientos, los sentimientos y la conducta parecen no solamente facilitar la adaptación y el éxito escolar de los niños. Tiene además un fuerte impacto en la salud y la calidad de vida de los adultos, según observó un grupo de científicos en Nueva Zelanda.
Método
Se trata del estudio Multidisciplinario de Salud y Desarrollo de Dunedin, que ha seguido a 1000 personas desde su nacimiento (1972 y 1973) hasta los 45 años.
Se hicieron una serie de evaluaciones psicológicas y de salud a intervalos regulares desde entonces, siendo la más cercana a los 45 años.
El control infantil fue evaluado por los maestros, padres y por los propios niños a las edades de 3, 5, 7, 9 y 11. Se utilizaron instrumentos para medir agresión impulsiva y otras formas de impulsividad, sobre actividad, perseverancia y falta de atención.
Los participantes también fueron medidos de los 26 a los 45 años, en busca de indicadores fisiológicos del envejecimiento en varios sistemas de órganos, incluido el cerebro. En todas las medidas un mayor autocontrol infantil se correlacionó con un envejecimiento más lento.
Resultados
Los adultos que de niños tenían más autocontrol envejecieron más lentamente y sus cuerpos y su cerebro eran “más jóvenes” comparados con sus pares. Se observó que las personas con mayor autocontrol caminaban más rápido y tenían caras de aspecto más joven a los 45 años.
Mediante entrevistas estructuradas y análisis de sus finanzas personales se encontró que el grupo de niños con mayor autocontrol estaba mejor equipado en su vida posterior para el cuidado de su salud y el manejo de finanzas personales y de las exigencias sociales. Este grupo también mostró mayor satisfacción con la vida de edad madura y una percepción más positiva sobre el envejecer.
Leah Richmond-Rakerd, autora principal del estudio remarca que actualmente hay cada vez más población de adultos mayores y que por eso es importante poder preparar a las personas para llegar a esa etapa de sus vidas sin discapacidades. El autocontrol será un excelente aliado durante toda nuestra vida.
Los niños con mejor autocontrol suelen venir de familias financieramente más seguras y tienen un CI más alto. Sin embargo, el autocontrol, considerado independiente de la condición económica y del cociente intelectual durante la niñez, mostró ser el factor que hacía la diferencia.
Los autores señalan que existe amplia evidencia de que los cambios durante la edad madura también producen importantes resultados (por ejemplo, dejar de fumar o comenzar a hacer ejercicios). Es decir que la falta de autocontrol en la niñez no es necesariamente un destino inevitable. Algunos de los participantes del estudio mejoraron sus niveles de autocontrol cuando eran adultos y tenían mejor salud de los que se podría predecir por las variables medidas en su niñez. Dado que el autocontrol se puede aprender, se justifica que la sociedad invierta en este tipo de entrenamiento para ayudar a la población a tener una vida más larga y de mejor calidad no solo como niños sino también como adultos.
“Todos le tememos a una vejez con enfermedades, solos y pobres, así que envejecer requiere que estemos preparados física, financiera y socialmente. Descubrimos que las personas que han usado el autocontrol desde la infancia están mucho más preparadas para envejecer que sus compañeros de la misma edad”, dijo Terrie Moffitt, otro autor de la investigación.
Referencia original: Leah S. Richmond-Rakerd, Avshalom Caspi, Antony Ambler, Tracy d’Arbeloff, Marieke de Bruine, Maxwell Elliott, HonaLee Harrington, Sean Hogan, Renate M. Houts, David Ireland, Ross Keenan, Annchen R. Knodt, Tracy R. Melzer, Sena Park, Richie Poulton, Sandhya Ramrakha, Line Jee Hartmann Rasmussen, Elizabeth Sack, Adam T. Schmidt, Maria L. Sison, Jasmin Wertz, Ahmad R. Hariri, Terrie E. Moffitt. Childhood self-control forecasts the pace of midlife aging and preparedness for old age. Proceedings of the National Academy of Sciences, 2021; 118 (3): e2010211118 DOI: 10.1073/pnas.2010211118
Fuente: Science Daily