A una niña se le dan tareas y responsabilidades de adulto, cuestiones para las que no esta preparada y que además hacen que tal vez se salte pasos en su desarrollo normal. Cuando esa niña crece y llega a ser madre, es probable que repita este mismo modelo de crianza con sus hijos, especialmente si es el único modelo que conoce y no cuenta con información sobre el desarrollo del niño y qué puede o no puede hacer o entender éste en cada etapa del mismo.
Los resultados de un nuevo estudio sugieren que estos padres no entienden el desarrollo apropiado del niño y terminan criándolos de una manera dañina similar a la que ellos fueron criados.
Amy K. Nuttall, autora principal del estudio, comenta que si la madre tuvo una infancia marcada por responsabilidades y cuidados excesivos e inapropiados para su edad, probablemente no tuvo oportunidad de desarrollar una identidad propia lo que puede llevarla a cierta confusión sobre qué esperar de la conducta, las necesidades y las habilidades de los niños. Y si una madre no comprende las necesidades de sus hijos, tampoco será capaz de responder a ellas apropiadamente.
La parentificación, término que refiere al hecho de que al niño se le asignen responsabilidades y cuidados que no se corresponden con su edad, puede involucrar crianza rutinaria y disciplinar a un hermano, tareas excesivas, responsabilidades en la casa y servir como el soporte emocional principal para los padres.
Para el estudio, se entrevistó a 374 mujeres de hogares con bajos ingresos pertenecientes a 4 ciudades diferentes de Estados Unidos, sobre su crianza. Luego de que dieran a luz, se observaron sus técnicas de crianza muchas veces durante un período de 18 meses.
Las madres comprometidas en excesivos cuidados y responsabilidades de adulto cuando niñas, eran menos propensas a responder de manera cálida y positiva a las necesidades e intereses de su infante.
Un estudio previo, también dirigido por Nuttall, encontró que los niños de madres que se comprometían en cuidados y responsabilidades excesivas cuando eran niñas presentaban problemas conductuales. Ambos estudios resaltan la necesidad de programas educativos para padres, en especial para estas madres a quienes se cargó de responsabilidades inapropiadas para sus edades cuando crecían.
Nuttall aconseja sin embargo, dar clases de crianza antes del parto, ya que las mujeres tienden a asistir más en ese período de tiempo. Allí pueden enseñarse cuestiones sobre desarrollo del niño y expectativas realistas sobre sus habilidades.
Fuente: Psypost