Quiero compartirles un fragmento que publicó José Dahab (codirector de CETECIC) en su página de Facebook y que sirve como recordatorio de la necesidad de utilizar los procedimientos experienciales en terapia:
Las verbalizaciones del paciente son generalmente la puerta de entrada a la conducta-problema. Sin embargo, hablar, ser consciente, opinar, enunciar, verbalizar, juzgar, la conducta y las contingencias no implica necesariamente su modificación. Es necesario que el paciente realice acciones que no incluyen verbalizaciones sobre si mismo.
Ilustrémoslo con algunos ejemplos:
- Un paciente con tabaquismo es muy consciente de las consecuencias perjudiciales a largo plazo para su salud. Sin embargo hablar del tema no conlleva a dejar de fumar.
- Un paciente es consciente que en dos meses tendrá el examen. Sin embargo postergación el estudio aunque hable sobre la conducta pendiente de estudiar.
- Un paciente con ansiedad y pánico, es consciente y habla sobre la diferencia entre catástrofización y dramatización. Sin embargo evita exponerse a las sensaciones corporales de ansiedad y a determinados contextos, etc.
Las técnicas de exposición interoaceptiva, de respiración abdominal larga y lenta, la relajación muscular progresiva, etc. Se basan en hacer, en acciones concretas, no en hablar del tema.
Estos ejemplos muestran los límites de la terapia hablada basada predominantemente en el discurso. Es decir, si el paciente no ejecuta actividades puntuales instruidas durante las sesiones, el hablar de las mismas con el terapeuta es condición necesaria pero no suficiente.