Históricamente se ha dicho que las mujeres son más susceptibles al estrés que los varones; que las mujeres son más débiles y que los varones representan el sexo fuerte. Pero esa idea está cambiando gracias al apoyo de nuevas investigaciones que ponen en duda esos prejuicios basados en los roles de género.
Una de esas investigaciones proviene de la Universidad de Michigan y publicada en Frontiers in Public Health. Según sus datos los varones son hasta 50% más susceptibles al estrés a largo plazo que las mujeres.
En la investigación, de tipo longitudinal, se evaluó el efecto de los eventos estresantes que vivieron los participantes entre 1984 y 1986. Pasados 25 años se volvió a contactar a los sujetos para conocer su estado de salud a través de un test estandarizado. Se evaluaron las variables demográficas, socioeconómicas, los síntomas depresivos, las enfermedades crónicas, conductas de salud y otras variables, pero el foco de atención estuvo sobre el género y la raza.
Los resultados demostraron, contradiciendo la explicación tradicional, que el género masculino fue un factor predictivo a la hora de medir los efectos del estrés en la calidad del vida de los participantes. En otras palabras, los varones eran más propensos a sufrir de los efectos del estrés.
Esto permite interpretar que los roles de género en el varón reducen las probabilidades de que los hombres soliciten apoyo en sus familiares y profesionales de salud cuando atraviesan por dificultades en la vida.
Los autores concluyen que los hombres deberían aprender de las mujeres a solicitar apoyo, hablar de sus emociones y aprender habilidades de afrontamiento más adaptativas.
Fuente: Psychcentral