Si le preguntas a un hombre cómo lo hace sentir que su novia o esposa sea exitosa, probablemente lo que responda no sea coherente con lo que siente en el fondo. Un nuevo estudio publicado por la American Psychological Association sugiere que los hombres no disfrutan ver triunfar a sus parejas de sexo femenino, sin embargo esto no se aplica a las mujeres, más bien al contrario, ellas se sienten más satisfechas con una pareja exitosa.
No importaba si era una excelente anfitriona o inteligente, los hombres mostraron ser más propensos a sentirse peor inconscientemente cuando su pareja femenina tenía éxito que cuando fracasaba. Sin embargo, la autoestima de las mujeres no se veía afectada por el éxito o el fracaso de su pareja masculina, de acuerdo al estudio en el que participaron personas heterosexuales norteamericanas y holandesas.
“Tiene sentido que un hombre se pueda sentir amenazado si su novia lo supera en algo que están haciendo juntos, como tratar de perder peso. Pero esta investigación encontró evidencia de que los hombres interpretan automáticamente el éxito de su pareja como su propia falla, incluso cuando no están compitiendo directamente”, dice la autora principal, Dra. kate Ratliff, de la Universidad de Florida.
Los hombres mostraron ser más propensos a sentirse peor.
Los hombres se sentían peor cuando pensaban sobre un momento en que su pareja femenina había prosperado en una situación en la cual ellos no pudieron, de acuerdo a los hallazgos. Los investigadores estudiaron 896 personas en 5 experimentos. En uno de ellos, se les dio a 32 parejas de la Universidad de Virginia lo que se presentó como un “test de resolución de problemas e inteligencia” y luego se les dijo que su pareja había quedado en el 12% de los primeros o últimos puestos de todos los estudiantes de la universidad. Escuchar que sus parejas habían puntuado alto o bajo en el test no afectó a lo que los investigadores denominaron ‘autoestima explícita” de los participantes (es decir, cómo ellos decían sentirse).
También se les dio un test para determinar cómo se sentían inconscientemente sobre el rendimiento de sus parejas; los investigadores llamaron a esto ‘autoestima implícita’. En este test, una computadora registra cuán rápido las personas asocian palabras buenas o malas con ellos mismos. Por ejemplo, los participantes con autoestima implícita alta, cuando veían la palabra “yo” en la pantalla eran más propensos a asociarla con palabras tales como “excelente” o “bueno” que con “malo” o “pésimo”. Si entiendes inglés, puedes visitar el website Project Implicit para ver y realizar muestras del test.
Los hombres que creían que su pareja puntuó en el top 12%, demostraron una autoestima implícita más baja que aquellos hombres que creían que su pareja había puntuado entre el 12% inferior. Los participantes no recibieron información sobre su propio rendimiento.
Otros dos estudios hechos en Holanda arrojaron resultados similares. Dicho país se caracteriza por tener unas de las más pequeñas diferencias de género en el trabajo, la educación y la política, de acuerdo con el Índice de Igualdad de Género de las Naciones Unidas. Sin embargo, al igual que los hombres norteamericanos, los holandeses que pensaban en el éxito de sus parejas románticas se sentían mal consigo mismos a un nivel inconscientemente que cuando pensaban en el fracaso de sus parejas, de acuerdo a ambos estudios. Ellos dijeron sentirse bien con esto, pero el test de autoestima implícita reveló otra cosa.
El peor golpe para la autoestima implícita de los hombres fue cuando recordaron una situación en que ellos fracasaron y sus parejas no.
En los dos experimentos finales, conducidos de forma online, se les pidió a 657 participantes de Estados Unidos (284 de los cuales eran hombres) que pensaran en un momento en el que sus parejas habían tenido éxito o habían fracasado. Por ejemplo, se les pidió a algunos participantes que pensaran sobre éxitos o fracasos sociales de su pareja, tales como ser un anfitrión encantador en una fiesta o un logro o fracaso más intelectual. En un estudio se les pidió que pensaran en un momento en que sus parejas habían tenido éxito o fracasado en algo en que ellos mismos habían tenido éxito o habían fracasado.
Al comparar todos los resultados, los investigadores encontraron que no importaba si los logros eran sociales, intelectuales, o relacionados a los éxitos o fracasos de los participantes, los hombres se sentían igual de mal inconscientemente cuando sus parejas tenían éxito comparado a las situaciones en que fallaban. Sin embargo, el peor golpe para la autoestima implícita de los hombres fue cuando recordaron una situación en que ellos fracasaron y sus parejas no.
Los investigadores también buscaron saber cómo la satisfacción en la pareja afectaba a la autoestima. Las mujeres en este estudio reportaron sentirse mejor con su relación cuando pensaban en un momento en que su pareja había sido exitosa comparado a cuando pensaban en un fracaso de la misma; no pasó igual con los hombres.
Fuente: American Psychological Association
Imagen: cristinabe (Flickr)