Siempre se habla de la importancia de que las madres le hablen a los bebés mientras están en la panza, pero, ¿qué pasa con las caricias que les dan las mamás mientras todavía están en su panza? Hasta hace un par de años, estudiar los efectos que este tipo de estímulos indirectos tenía sobre el feto eran impensables.
Sin embargo, gracias al desarrollo de las nuevas tecnologías biomédicas, una investigación de la Universidad de Dundeen encontró que los fetos responden más al tacto que a la voz de la madre.
los fetos respondieron más al tacto indirecto de la madre
En el estudio, participaron 23 mujeres embarazadas, ninguna de ellas fumaba, ni consumía alcohol u otras drogas y tampoco reportaron niveles altos de estrés. Los fetos fueron observados en vivo gracias a las imágenes de ecografía 4D.
Todas ellas fueron expuestas a tres condiciones: tacto, voz y control. En la condición de ‘voz‘ las madres le leían a sus bebés historias como: ¨Los tres cerditos¨. En ‘tacto‘, se frotaron y acariciaron la panza (estimularon indirectamente al feto). En la condición de control, las madres se sentaron en silencio con las manos en sus costados.
Asombrosamente los fetos respondieron más al tacto indirecto de la madre. Así también, los más grandes mostraron más movimientos de autoestimulación, como tocar su cuerpo con las manos. Los fetos más jóvenes respondieron 5 semanas antes de lo que se cree que suelen hacerlo.
¨Los resultados sugieren que el tacto del abdomen es un poderoso estímulo que produce una serie de respuestas en el comportamiento del feto. Presentaban más movimientos de manos, cabeza y boca cuando las madres tocaban sus abdómenes, en comparación con el estímulo vocal.¨ escribieron los autores.
Los resultados nos hacen pensar que el movimiento de los fetos es un intento de comunicarse con sus madres, concluyen los investigadores.
Los resultados completos están publicados en la revista PLoS ONE
Fuente: Psypost