Recientemente se ha publicado en la revista Development and Psychopathology un estudio longitudinal de 45 años que concluyó que las personas que han sufrido abuso sexual durante la infancia (conocido como CSA por sus siglas en inglés) tienen mayores probabilidades de padecer diversos trastornos mentales, riesgos suicidas, problemas de salud, enfermedades bucales y de transmisión sexual. Además, estas personas enfrentan dificultades en sus relaciones interpersonales, toma de decisiones financieras y son más propensas a mostrar comportamientos antisociales. Es importante destacar que estos efectos persisten incluso después de tomar en cuenta otros factores como el género, nivel socioeconómico, disfunciones familiares, otras experiencias infantiles adversas y agresión sexual en la edad adulta.
Los efectos de la CSA pueden persistir hasta la edad adulta y están relacionados con su gravedad. Aunque el riesgo de problemas específicos no es muy alto, la acumulación de estos problemas a lo largo del tiempo puede tener consecuencias importantes, según los autores del nuevo estudio. Sin embargo, ha sido difícil examinar las consecuencias a largo plazo de la CSA debido a diversas razones, como el enfoque limitado de los estudios anteriores en resultados específicos y la variación en la definición y medición de la CSA y sus resultados. Para abordar estas preocupaciones, el estudio actual evaluó a 937 participantes desde el nacimiento y examinó sus resultados físicos, mentales, sexuales, interpersonales, económicos y antisociales varias veces durante 20 años, desde la edad adulta joven hasta la mediana edad. Los datos provienen de un estudio de cohorte de nacimiento llamado Estudio Dunedin, que observó a personas nacidas en Nueva Zelanda desde la década de 1970 hasta que cumplieron 45 años.
Los resultados de la investigación indican que las personas que informaron haber sufrido abuso sexual infantil (CSA) tienen más probabilidades de experimentar problemas en diferentes áreas de su vida durante su edad adulta, como en la salud física, mental, sexual, interpersonal, económica y antisocial. Estos resultados fueron consistentes independientemente de la definición de CSA y los tamaños del efecto fueron de moderados a pequeños, lo que aumentó con la gravedad del abuso. Sin embargo, algunos de los vínculos entre la CSA y los resultados pueden explicarse mejor por otras adversidades que pueden coincidir.
A pesar de esto, no se encontraron asociaciones significativas entre la CSA y problemas sexuales, comportamiento sexual de riesgo, falta de relaciones íntimas o dificultades en la crianza de los hijos. Aunque futuros estudios pueden descubrir vínculos más específicos entre la CSA y los resultados sexuales o la crianza posterior. El estudio subraya la importancia de las intervenciones para abordar las consecuencias físicas, mentales y sociales de la CSA.
Aunque el estudio tiene algunas limitaciones, como la dependencia de la CSA informada retrospectivamente y los pequeños tamaños de muestra en los grupos expuestos, sus resultados sugieren que la CSA tiene impactos negativos y duraderos en varios aspectos de la vida, incluso en la edad adulta.
La investigación sobre las consecuencias a largo plazo del abuso sexual infantil tiene implicaciones significativas para la política y la práctica, ya que indica que la CSA puede causar problemas continuos en varias áreas de la vida que pueden persistir hasta la edad adulta. Este conocimiento puede ayudar a las organizaciones a crear sistemas de apoyo para los sobrevivientes de CSA y resalta la importancia de las intervenciones tempranas para prevenir resultados desfavorables y mejorar el bienestar general de los adultos. Aunque se necesita más investigación para comprender los complejos mecanismos causales que conducen a consecuencias negativas en la edad adulta y formular políticas e intervenciones efectivas para ayudar a los sobrevivientes y reducir la carga de salud y bienestar asociada con CSA.
Referencia: Guiney, H., Caspi, A., Ambler, A., Belsky, J., Kokaua, J., Broadbent, J., . . . Poulton, R. (2022). Childhood sexual abuse and pervasive problems across multiple life domains: Findings from a five-decade study. Development and Psychopathology, 1-17. doi:10.1017/S0954579422001146