Desde la primera infancia, niñas y niños comienzan a aprender y representar los estereotipos de género. Los disfraces, por ejemplo, tienen un gran rol en las experiencias lúdicas, así como también suelen tener un marcado carácter de género. Y mientras las niñas tienden a preferir vestirse como princesas y hadas, es más probable que los varones se vistan como superhéroes. Un estudio reciente encontró que los niños (varones) que usaban disfraces de tipo masculino (por ejemplo, un superhéroe) tenían menos probabilidades de elegir jugar con juguetes “femeninos” que los niños que usaban disfraces de género neutro (por ejemplo, una calabaza). Además, los niños que usaban disfraces de tipo masculino tenían menos probabilidades de participar en un comportamiento prosocial en comparación con los que usaban disfraces de tipo femenino (por ejemplo, un unicornio brillante) (Coyne et al., 2021).
A partir de la teoría del esquema de género, los investigadores propusieron que cuando un niño usa un disfraz de género, se vuelve más consciente de su género. Esta mayor atención activa su esquema de género, situación que le lleva a participar en comportamientos que están en línea con su género.
Qué metodología usaron
Participaron en el estudio 223 niños y niñas en edad preescolar (entre 3 y 5 años) del oeste de los Estados Unidos. A cada uno se le dio un disfraz para que se lo pusiera antes de completar varias tareas. Dependiendo de la condición, el disfraz era de género, sin género o contra estereotipado.
Para las niñas, los disfraces de género eran de princesas de Disney (por ejemplo, Cenicienta) y los disfraces contra estereotipados eran de superhéroes femeninas (por ejemplo, Wonder Woman). Para los niños, los disfraces de género eran de superhéroes masculinos (por ejemplo, Batman) y los disfraces contrarios a los estereotipos eran trajes femeninos (por ejemplo, un unicornio brillante). Tanto para niños como para niñas, los disfraces sin género eran una calabaza, una pizza o un disfraz de emoji.
Qué encontraron
Como era de esperar, cuando se les presentó una selección de juguetes, las niñas mostraron más interés en los juguetes femeninos (por ejemplo, muñeca, juego de té) mientras que los niños mostraron más interés en los juguetes masculinos (por ejemplo, camión monstruo, muñeco de acción). Sin embargo, las preferencias de los chicos diferían ligeramente según los disfraces que llevaran.
Los niños que usaban disfraces de género neutro estaban más interesados en jugar con juguetes femeninos en comparación con los niños que usaban disfraces de tipo masculino. Los autores del estudio sugieren que los disfraces de género neutro redujeron la atención de los niños al género, dejándolos libres para explorar juguetes que no se asocian típicamente con la masculinidad. Sin embargo, los disfraces masculinos y femeninos probablemente hicieron que el género fuera más prominente para ellos, lo que hizo que se abstuvieran de elegir juguetes que no se ajustan a su género.
Curiosamente, las preferencias de las niñas por los juguetes no se vieron afectadas por los disfraces. Los investigadores sugieren que los trajes de las princesas pueden no haber provocado un esquema relacionado con el género entre las niñas, tal vez porque las representaciones actuales de las princesas son más fluidas y menos “femeninas” de lo que han sido tradicionalmente. También podría ser que las niñas sean más flexibles con los juguetes con los que juegan en comparación con los niños.
Por otro lado, encontraron que el vestuario también influyó en el comportamiento prosocial de los niños. Los niños que usaban disfraces femeninos fueron más rápidos en ayudar al experimentador cuando fingió dejar caer una pila de lápices. Estos niños también recogieron más lápices caídos que los niños que vestían disfraces de tipo masculino. Los investigadores creen que los disfraces de superhéroes probablemente provocaron guiones sobre superhéroes, que generalmente se retratan usando la agresión para resolver problemas. Esto puede haber disuadido a los niños de ayudar al experimentador. También podría ser que los disfraces de superhéroes evocaran normas de género que tienden a restar importancia a los niños como ayudantes en comparación con las niñas.
Los disfraces pueden ser una herramienta poderosa para ayudar a los niños a reflexionar sobre los roles y estereotipos de género, señalan los autores, especialmente para los niños que están explorando su identidad de género. Los padres pueden querer incluir una gama más amplia de disfraces para que sus hijos elijan, especialmente para los niños.
Referencia bibliográfica: Coyne, S. M., Rogers, A., Shawcroft, J., & Hurst, J. L. (2021). Dressing up with Disney and Make-Believe with Marvel: The Impact of Gendered Costumes on Gender Typing, Prosocial Behavior, and Perseverance during Early Childhood. En Sex Roles (Vol. 85, Números 5-6, pp. 301-312). https://doi.org/10.1007/s11199-020-01217-y
Fuente: Psypost