En los últimos años se han publicado diversos estudios en defensa del consumo de cigarrillo electrónico, dichos estudios mantienen dos líneas de defensa: la primera se centra en demostrar que los niveles de contaminantes son extremadamente bajos comparados con el cigarrillo tradicional de tabaco y la segunda en probar que su uso funciona como una terapia de reemplazo que, además, permite disminuir los niveles de nicotina contenidos en el líquido hasta hacerlos desaparecer.
el uso del e-cigarrillo de referencia se asocia con la progresión a fumar
Pero un reciente estudio asertó un duro golpe a la dulce imagen que se estaba formando alrededor del uso de estos novedosos dispositivos electrónicos. La investigación realizada a adolescentes y jóvenes adultos de Estados Unidos sugiere que el uso de cigarrillos electrónicos se asocia con una progresión a fumar cigarrillo tradicional.
Las autoridades de salud están preocupadas por la comercialización del e-cigarrillo ya que, de posicionarse, temen que pueda reclutar a los no fumadores, y la investigación ha confirmado sus temores porque halló que el uso de cigarrillos electrónicos ha aumentado entre los adolescentes y adultos jóvenes.
El estudio fue diseñado para ayudar a responder estas dudas y proporcionar evidencia objetiva sobre el papel de los cigarrillos electrónicos. Para ello, Brian A. Primack, MD, Ph.D., de la Universidad de Pittsburgh School of Medicine, y coautores examinaron si el uso del e-cigarrillo de referencia se asocia con la progresión a largo plazo del consumo de cigarrillos un año después.
La investigación incluyó encuestas a partir de una muestra nacional de 694 participantes (entre las edades de 16 a 26 años) que nunca fumaron cigarrillos y estaban actitudinalmente no susceptibles a fumar cigarrillos. Se les preguntó acerca de sus hábitos de consumo durante los años 2012-2013 y se evaluaron de nuevo un año después de completar la encuesta inicial.
La progresión al consumo de cigarrillos fue definida a lo largo de una trayectoria de tres etapas: los fumadores no susceptibles fueron los que dijeron que no intentarían fumar un cigarro común; los no fumadores susceptibles eran los que no podían descartar fumar alguna vez; y los fumadores.
Entre los 694 participantes, el 53,9 por ciento eran mujeres y el 76,5 por ciento eran blancos. Al inicio del estudio, 16 participantes (2,3 por ciento) utilizan los cigarrillos electrónicos.
Los autores encontraron que el de un año de seguimiento, 11 de los 16 fumadores de e-cigarrillos terminaron fumando cigarros comunes (68,9 por ciento) y 128 de 678 participantes que no habían consumido cigarrillos electrónicos (18,9 por ciento) progresaron hacia el fumar cigarrillos. En otros análisis, el uso del e-cigarrillo de referencia se asocia con la progresión a fumar y la progresión a la susceptibilidad entre los no fumadores inicialmente no susceptibles.
Sin embargo, los autores reconocen que a pesar de que no había riesgo considerable asociado con ser un usuario de e-cigarrillo al inicio del estudio, sólo había un pequeño número de usuarios de e-cigarrillos al inicio del estudio (2,3 %).
“Por lo tanto, se podría interpretar que este pequeño número puede no traducirse en riesgo importante para la salud pública”. Sin embargo, los autores señalan que es importante continuar la vigilancia entre los jóvenes que fuman e-cigarrillo y la superposición con el uso de otros productos de tabaco.
es importante continuar la vigilancia entre los jóvenes que fuman e-cigarrillo
“Nuestro estudio identificó una asociación longitudinal entre el uso del e-cigarrillo de línea de base y la progresión a fumar cigarrillo tradicional entre los adolescentes y adultos jóvenes. Especialmente teniendo en cuenta el rápido aumento en el uso del e-cigarrillo entre los jóvenes, estos hallazgos apoyan las regulaciones para limitar las ventas y disminuir el atractivo de los cigarrillos electrónicos a los adolescentes y adultos jóvenes “, concluyen los investigadores.
La psicología ha trabajado mucho en programas para dejar el tabaco, una de las drogas más adictivas que existe y gracia a ello hoy en día su consumo se ha disminuido. Y aunque faltan estudios más concluyentes, los datos de esta investigación nos proporcionan una importante evidencia de que el uso de los cigarrillos electrónicos a largo plazo podrían conducirte a buscar el efecto verdadero de la nicotina.
El estudio completo lo puedes encontrar en la revista JAMA Psychiatry.
Fuente: Psychcentral