Hacer trabajo voluntario ciertamente es muy beneficioso para aquellos a quienes dirigimos el trabajo, pero también lo es para nosotros mismos ya que los actos de amabilidad y ayuda a otros cambian nuestro estado de ánimo. Pero un estudio reciente sugiere que el voluntariado también es bueno para nuestra salud mental general, en especial si estamos en la mediana edad.
La investigación encuestó a personas de 5000 casas en Gran Bretaña, por varios años. Cerca del 20% de las personas dijeron ser voluntarios.
En el General Health Questionnaire (Cuestionario General de Salud), un instrumento que medía la salud mental y el bienestar (y cuyos puntajes más bajos se consideraban más saludables), las personas que hacían voluntariado puntuaron en promedio 10.7. Por otro lado, el promedio entre las personas que no hacían voluntariado era de 11.4.
Los autores opinan que el voluntariado podría proveer un sentido de propósito y además podría mantener redes sociales que son críticas al envejecer.
Una de las observaciones más interesantes del estudio fue que las personas de 40 años o más parecían obtener mayores beneficios de ésta práctica. Los efectos beneficiosos se incrementaban con la edad y eran mayores en personas que decían ser voluntarias frecuentemente, en comparación con aquellas que decían hacerlo pero no tan frecuentemente.
Otro estudio también ha encontrado resultados similares: una investigación del 2013 observó que los adultos mayores (50 años o más) que hacen trabajos voluntarios son menos propensos a desarrollar hipertensión y gozan de mayor bienestar.
Los científicos sugieren que una posible explicación para estos resultados podría ser que cuando somos jóvenes el voluntariado tal vez se perciba como otra tarea obligatoria que completar para ser buen estudiante, padre o trabajador. Verlo de esta manera disminuirían los beneficios que ésta práctica tiene en nuestra salud.
Fuente: Time