Un reciente estudio prospectivo publicado en la revista BMJ, sugiere que los pacientes mayores de 65 años que empiezan a tomar benzodiazepina (un fármaco popular utilizado para el tratamiento de insomnio y ansiedad), y conocido en España como Lexatin y en Argentina como Lexotanil o Lorazepan, tienen aproximadamente un 50% de riesgo de desarrollar demencia dentro de los próximos 15 años, en comparación con los sujetos que nunca tomaron el mismo fármaco.
Los investigadores sostienen que
“Teniendo en cuenta el grado en que las benzodiacepinas se prescriben, debe ser advertido el número de los posibles efectos secundarios debido al uso indiscriminado.”
La Benzodiazepina es un fármaco ampliamente utilizado en los sujetos de 65 años o más en muchos países. En EE.UU. esta droga sigue siendo muy utilizada por muchas personas quienes la utilizan durante varios años, a pesar de que las normas sugieren que su uso debe limitarse a unas pocas semanas. Estudios anteriores encontraron que esta droga incrementa el riesgo de demencia, pero no han sido concluyentes.
La investigación
Investigadores franceses llevaron a cabo el estudio en 1063 hombres y mujeres, que tenían en promedio 78 años de edad, los mismos no tenían demencia al inicio de la investigación. El estudio inició en el año 1987 y siguió a los participantes durante los 20 años siguientes. Los investigadores utilizaron los primeros 5 años del estudio para identificar los factores que conducen a la iniciación del consumo de benzodiazepina y evaluaron la asociación entre el nuevo uso de este fármaco y el desarrollo de la demencia. También evaluaron la asociación entre la iniciación de la benzodiazepina durante el periodo de seguimiento y el riesgo de demencia. Los promedios fueron ajustados para controlar variables extrañas que pueden afectar el desarrollo de la demencia, como por ejemplo: edad, sexo, nivel educacional, estado matrimonial, consumo de vino, diabetes, presión arterial alta, declive cognitivo y síntomas depresivos.
Los resultados
Noventa y cinco de los 1063 participantes comenzaron a tomar benzodiazepina durante el estudio. 23.8 % (n = 253) de casos de demencia fueron confirmados, 30 usuarios de benzodiazepina y 223 que no consumian. La iniciación de consumo del fármaco fue asociado con una menor supervivencia de la demencia.
En números absolutos, la probabilidad de desarrollar demencia fue de 4.8 por 100 años de persona en el grupo expuesto a la benzodiazepina comparado a 3.2 por 100 años de persona en el grupo control. Un año de persona es una medida estadística que representa en una persona el riesgo de desarrollar una enfermedad durante el periodo de un año.
Los autores de la investigación sostienen que aunque la benzodiazepina sigue siendo útil para el tratamiento de la ansiedad y el insomnio, hay cada vez más evidencia de que puede inducir efectos adversos en personas mayores, como fracturas producto de las caídas y este estudio puede agregar a la demencia en esta lista de efectos secundarios. También sostienen que sus datos se suman a la evidencia ya acumulada sobre la asociación entre el consumo de benzodiazepina y el riesgo de demencia. De ser cierto, esto constituirá un problema importante de salud pública.
Teniendo en cuenta todos estos datos, los médicos deben evaluar los beneficios y limitar las recetas un par de semanas, y se debe advertir de los posibles efectos adversos si no se siguen estrictamente las indicaciones.
Futuras investigaciones deben explorar si el uso de la benzodiacepinas en los menores de 65 años se asocia con un mayor riesgo de sufrir demencia y qué mecanismos intervienen en esta asociación.
Fuente: Over 65s at increased risk of developing dementia with benzodiazepine