Daniel Mediavilla para El País resume los datos de una nueva investigación sobre el funcionamiento del ritmo circadiano en los adolescentes con obesidad.
Desde 1990, la obesidad ha aumentado globalmente, especialmente entre adolescentes. Se identifican causas como el consumo de productos ultraprocesados, pero también se investiga cómo el desajuste del reloj circadiano influye en el aumento de peso. El reloj circadiano regula funciones como el sueño y la digestión, pero cuando las rutinas de comida y descanso se alteran, el organismo se desregula, aumentando el riesgo de obesidad. Un estudio publicado en PNAS analizó cómo el reloj circadiano afecta la ingesta calórica en adolescentes, encontrando que los hábitos alimenticios influyen más que el reloj, aunque este tiene un impacto menor en los obesos. Los adolescentes con sobrepeso tienden a comer más tarde, lo que podría contribuir a su condición. El estudio sugiere ajustar los horarios de comida y sincronizar el reloj circadiano para mejorar la salud, recomendando concentrar la ingesta calórica en las primeras horas del día. Expertos coinciden en la importancia de mantener rutinas estables y adecuarse a los ciclos circadianos, especialmente en adolescentes, para evitar efectos negativos en el desarrollo hormonal y el bienestar general.