Introducción
El término locus de control hace referencia al grado en que las personas sienten que tienen el control de lo que ocurre en sus vidas, desde un evento rutinario hasta una situación de peligro. Las personas atribuimos el “mando de nuestro destino” o bien a nuestras propias decisiones o capacidades (locus de control interno) o a fuerzas externas, como Dios, la suerte o el karma.
Desde luego, el modo en que afrontamos todo lo que nos sucede influye enormemente en nuestra motivación para actuar ante determinadas circunstancias, ya que se trata de ubicarse en una de dos posiciones:
- Sentir que tenemos las llaves de nuestro destino, en cuyo caso nos sentimos más capacitados y libres para actuar y hacer los cambios necesarios.
- Sentir que estamos en manos de algo o alguien más, que decide por nosotros sin nuestro consentimiento y que puede hacer que nuestra vida se convierta en un pantano de desgracias. Esto, por supuesto, hará mucho menos probable que trabajemos para realizar cambios en nuestras circunstancias actuales o en nosotros mismos.
Antecedentes del locus de control
El origen del término locus de control fue introducido por Julian Rotter en 1966 como parte de su Teoría del Aprendizaje Social. Rotter también desarrolló un test con escala para determinar si una persona posee locus de control interno o externo.
En un principio, Rotter propuso que podría haber lugares de control separados para diferentes objetivos (por ejemplo, uno para el amor y otro para el reconocimiento social). No obstante, esta idea fracasó al momento de intentar crear una herramienta de medición que separara estos objetivos en factores independientes. Rotter cambió entonces su enfoque e integró todos los objetivos en una sola figura, el concepto global de locus de control.
El concepto de locus de control no cuajó desde el principio, en gran parte porque los contemporáneos y estudiosos que continuar a Rotter restaron importancia a la importancia del locus de control dentro de las distintas teorías de aprendizaje y motivación. No fue hasta 1978 cuando Wallston y DeVellis publicaron Development of the multidimensional health locus of control scales que se llegó a una comprensión sólida de lo que era el locus de control y de cómo influía este en las decisiones importantes de la vida.
El modo en que Wallston y DeVellis plantearon esta importancia fue haciendo referencia a cómo las expectativas sobre los comportamientos de salud de las personas podían determinar cómo actuaban en situaciones relacionadas con la salud. Es decir, si un individuo poseía locus de control interno actuaba con mayor conciencia y tomaba las medidas pertinentes para cuidar su bienestar; si, en cambio, creía que la responsabilidad por su estado de salud recaía en una fuerza externa, era menos propenso a erradicar hábitos perjudiciales y optar por otros más saludables.
Otros psicólogos como Philip Zimbardo aportarían más adelante a simplificar y clarificar el concepto propuesto por Rotter señalando que el locus de control es “una creencia sobre si los resultados de nuestras acciones dependen de lo que hacemos o si dependen de otras cosas fuera de nuestro control personal”.
La escala diseñada por Rotter ha sido ampliamente utilizada desde su creación, sin embargo, cabe destacar que también ha sido objeto de múltiples críticas por quienes piensan que el locus de control no puede ser medido de una forma tan deliberada.
Esto debido a que la escala diseñada por Rotter sólo permite que las personas elijan una de dos posibilidades para cada ítem, algo que los críticos de la misma consideran demasiado limitativo tratándose de una propiedad que, se asume, parte tan compleja de la personalidad humana.
Características del locus de control interno
La escala de medición propuesta por Rotter sienta diferencias en las características personales de individuos con locus de control interno. Así, las personas con esta creencia se distinguen porque:
- Es más probable que asuman la responsabilidad de sus acciones
- Tienden a estar menos influenciados por las opiniones de otras personas
- A menudo se desempeñan mejor en las tareas cuando se les permite trabajar a su propio ritmo
- Por lo general, tiene un fuerte sentido de autoeficacia
- Tienden a trabajar duro para lograr las cosas que quieren
- Se sienten seguros frente a los desafíos
- Tienden a ser físicamente más saludables
- Informan ser más feliz y más independientes
- A menudo lograr un mayor éxito en el lugar de trabajo
Características del locus de control externo
De acuerdo con la escala propuesta por Rotter, las personas con locus de control externo se distinguen marcadamente de los sujetos con locus de control interno. Algunas de las características más representativas de este grupo serían:
- Culpan a las fuerzas externas por sus circunstancias
- Cualquier posibilidad de éxito se basa en la suerte
- No creen que pueden cambiar su situación mediante sus propios esfuerzos
- Se sienten desesperanzados o incapaces de afrontar situaciones difíciles
- Son más propensos a experimentar impotencia aprendida
Fuente: Very Well Mind; Oxford Bibliographies
5 comentarios
Muy buena informacion me ayudo a despejar las dudas que tenia sobre el tema.
muy bueno recomendada
Información muy completa. Buen aporte al conocimiento sobre el desarrollo de una personalidad ajustada y adaptable. Gracias.
Nítido!
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