Excelente explicación de Carlos Zahumenszky para Gizmodo en Español:
¿Qué es lo que pasa exactamente en el cerebro cuando tenemos hambre para que nos pongamos tan irritables? Todo comienza cuando descienden los niveles de glucosa en la sangre. El bajón de azúcar hace que se active la producción de dos hormonas relacionadas con el estrés: el cortisol y la adrenalina.
El cortisol es una hormona que se origina en la glándula suprarrenal y su función principal es aumentar el nivel de azúcar en sangre facilitando la síntesis de glucógeno en el hígado y contrarrestando a la insulina. También contribuye a elevar la presión arterial, pero no todos sus efectos son buenos. En dosis elevadas durante mucho tiempo contribuye a que nos sintamos más irritables. No en vano se la conoce como la hormona del estrés
La segunda hormona cuya producción se activa cuando bajan los niveles de azúcar es la adrenalina, que entre otras cosas activa el sistema nervioso e incrementa nuestra capacidad de reacción. Adicionalmente se generan neuropéptidos que son los responsables de nuestra sensación de hambre y del deseo de alimentarnos.