Duermes, pero sientes que no descansas, que no has dormido bien y no sabes que está pasando. Tal vez tu dieta está afectando tu calidad del sueño.
¿Qué puedes hacer?
Según el estudio de la revista Journal of Clinical Sleep Medicine, para dormir mejor debemos consumir más fibras y menos azucares y grasas saturadas. La investigación, que fue dirigida por la doctora Marie-Pierre St-Onge, contó con la participación de 26 personas y encontró que las personas que consumían más fibra pasaban más tiempo en la fase de sueño profundo o de ondas lentas, la cual es conocida por sus capacidades reparadoras. En cambio, las personas que consumían más grasa pasaban menos tiempo en el sueño profundo. Además se observó que aquellos que consumían menos azúcar tenían menos despertares durante la noche.
No hay que esperar mucho para que la dieta haga su efecto. La investigación encontró que en un solo día el alto consumo de fibras y bajo consumo de grasas cambiaron por completo los parámetros de sueño de los participantes.
La dieta no solo ayudó a las personas a obtener una mejor calidad de sueño, sino que también los ayudó a que se durmieran más rápido. Los participantes que consumieron una dieta alta en proteínas y baja en grasa, especialmente preparada por un nutricionista, se dormían en promedio en 17 minutos. Por otro lado, a aquellos que comían lo que se les antojaba les tomó, en promedio, 29 minutos para dormirse.
El Dr. St-Onge, coautor del estudio explicó:
“El hallazgo de que la dieta puede influenciar el sueño tiene tremendas implicaciones en la salud de las personas, dado el creciente reconocimiento del efecto del sueño sobre el desarrollo de las enfermedades crónicas como la hipertensión, la diabetes y las enfermedades cardiovasculares.”
Fuente: Psyblog