Incluso Leonardo da Vinci que se jactaba de aprender de la experiencia, reconoció y escribió en 1510 acerca de la importancia de la teoría:
“Lo que, enamorados de la práctica, prescinden de la teoría son como el piloto que sube al barco sin timón, ni brújula, que nunca puede estar seguro de adónde se dirige. La práctica debe basarse siempre en una sólida teoría.”
Fuente: Leonardo da Vinci, La biografía, por Walter Isaacson