Aunque no se trate de un artículo de psicología en el sentido tradicional, esta entrevista del New York Times a Pepe Mujica es absolutamente imperdible. Mujica nos ofrece una reflexión profunda y valiosa sobre el estilo de vida que llevamos en la sociedad moderna y cuestiona el rumbo que está tomando nuestra humanidad. Sus palabras invitan a una introspección sincera, desafiándonos a reconsiderar nuestras prioridades y a reflexionar sobre lo que realmente significa vivir una vida plena y con propósito. Esta entrevista no solo es relevante para quienes estudian la psicología, sino para cualquiera que esté interesado en comprender mejor el impacto de nuestras elecciones cotidianas en nuestro bienestar individual y colectivo:
Eres libre cuando escapas a la ley de la necesidad, cuando gastas tiempo de tu vida en lo que a ti se te ocurre. Si las necesidades se te van multiplicando, gastas el tiempo de tu vida en cubrir las necesidades.
Ahora, los humanos podemos crear necesidades infinitas. Resulta que el mercado nos domina y se queda con todo el tiempo de nuestra vida.
La humanidad necesita trabajar menos y tener más tiempo libre y ser más sobria. ¿Para qué tanta basura? ¿Por qué hay que cambiar el auto? ¿Cambiar de heladera?
Porque la vida es una y se va. Hay que darle sentido a la vida. Hay que luchar por la felicidad humana. No solo por la riqueza.
¿Cree que la humanidad puede cambiar?
Podría cambiar. Pero el mercado es muy fuerte. Ha generado una cultura subliminal que domina nuestro instinto. Es subjetivo. No es consciente. Ha hecho de nosotros voraces compradores. Vivimos para comprar. Y vivimos para pagar. Y el crédito es una religión. Entonces estamos como enroscados.
Opina sobre el uso del celular:
Volviendo a los teléfonos: ¿Está diciendo que son demasiado para nosotros?
La culpa no la tiene el teléfono. Somos nosotros los que no estamos a la altura de la tecnología. Hacemos un uso desastroso.
Porque un muchacho anda con una universidad en el bolsillo. Es maravilloso. Pero no, avanzamos más tecnológicamente que en valores.
Sin embargo, es en el mundo digital donde se vive gran parte de la vida actualmente.
Nada sustituye esto. (Nos señala a los dos hablando). Esto es intransferible. No se habla solo con palabras. Nos comunicamos con los gestos, con la piel. La comunicación directa es insustituible.