Hace 15 años nadie nos habría creído si hubiéramos dicho que en el futuro las personas se la pasarían tomandose autorretratos y que la compartirían instantáneamente con todos sus amigos y conocidos.
Esa es nuestra realidad. Tomarse selfies es lo más común de hoy. Ya casi nadie siente vergüenza al hacer caras “sexys” y compartirlas en cada una de las redes sociales donde participa. Las selfies son tan importantes que Apple y Samsung, los dos mayores fabricantes de celulares del mundo, mejoran cada año las cámaras frontales de sus celulares para que la gente pueda salir más linda y nítida en sus fotos.
Las explicaciones más comunes y aburridas sostienen que las nuevas tecnologías digitales han liberado al narciso que llevamos dentro y que ya no somos capaces de controlarnos. Afortunadamente otras investigaciones han tomado diferentes rumbos y han decido estudiar que efectos contextuales refuerzan el selfie y también han explorado cuales son sus efectos positivos.
pueden incrementar los sentimientos positivos en aquellos que lo hacen
Siguiendo la linea de los efectos positivos, la Universidad de California condujo un estudio que sugiere que simple y sencillamente el acto de tomarse selfies y compartirlas con nuestros amigos en las redes sociales podría tener directo en nuestra felicidad.
Fueron 41 estudiantes universitarios (28 mujeres y 13 varones) los que participaron en las cuatro semanas de investigación. Durante ese periodo se les dijo que siguieran con sus rutinas diarias. Después se les invitó a un laboratorio de informática donde instalaron una aplicación en sus celulares para monitores sus estados de ánimo. Con la aplicación ya instalada los sujetos tendrían que registrar tres veces al día sus estado de ánimo y registrar cualquier detalle que afectara sus emociones.
Luego los investigadores clasificaron tres tipos de imágenes que podrían tener un efecto sobre el estado de animo de las personas y asignaron aleatoriamente a los sujetos tomar tres tipos de fotos: el primer grupo tendría que tomarse fotos riendo (selfies); el segundo grupo tendría que tomar fotos de objetos o cosas que los hiciera feliz; y el último grupo tomarían fotos de objetos o situaciones que el fotógrafo considerara que haría feliz a otra persona.
De este proceso se recolectaron 2,900 fotos y se encontró un aumento de la felicidad en los tres grupos del estudio. También se encontró que algunos de los participantes del grupo selfies reportaron sentirse más seguros y cómodos al tomarse fotos sonriendo. Los sujetos del segundo grupo (tomaban fotos de objetos que los hacía felices) reportaron sentirse más reflexivos, y el tercer grupo (fotos de objetos que harían felices a otras personas) dijeron sentirse más calmos y dijeron que sentían una mayor conexión con sus amigos y familiares, y también les ayudó a reducir su estrés.
los participantes del grupo selfies reportaron sentirse más seguros y cómodos al tomarse fotos sonriendo
Yu Chen, co autor del estudio explicó:
“Nuestra investigación mostró que la practica de ejercicios que promueven la felicidad a través de tomar imágenes en el celular y compartirlas pueden incrementar los sentimientos positivos en aquellos que lo hacen.”
La investigación de Chen y su equipo le da un giro a la mala prensa que se le da a los nuevos hábitos y actitudes que tenemos hacia el celular y las redes sociales. Sus resultados son limitados, tienen una muestra pequeña y los efectos no fueron muy grandes, pero abre el paso para nuevas investigaciones que se quieran concentrar en el uso positivo de la tecnología en pos de la salud mental.
Puedes leer la investigación en la revista Psychology of Well Being.
Fuente: ScienceDaily