Es evidente el revuelo que ha causado el fenómeno de las selfies. Tanto es así, que “selfie” fue elegida como la palabra del 2013 por el Diccionario de Oxford. Los selfie-adictos, han cambiado su estilo de vida, dando prioridad durante una parte considerable de su tiempo a la toma de fotos para exhibirlas en las redes sociales.
El Doctor David Veale, psiquiatra consultor en Terapia Cognitivo Conductual, afirma que los selfies pueden ser indicadores de otros problemas, como falta de confianza o de sentido de sí mismo. Según Vale,“dos de cada 3 pacientes con Trastorno Dismórfico Corporal (TDC) tienen una compulsión por tomarse fotos repetidamente con el móvil”.
Si aceptásemos esta hipótesis, entenderíamos dicha pulsión desde la perspectiva en que alguien siente una preocupación extrema por uno o más defectos percibidos en su apariencia. Siente que todos se dan cuenta. Buscando la aceptación de los demás, se hace selfies tratando de encontrar el ángulo perfecto en que el defecto no se note. Aquí entramos en un bucle, ya que nos podemos encontrar en dos situaciones distintas, ambas problemáticas:
- Si no recibe tantos likes como quisiera, la autoestima decae, llegando a multiplicar el número de intentos necesarios para que la foto salga perfecta.
- Si los recibe, esta conducta es reforzada, intensificando también la frecuencia.
En esta línea, nos encontramos con el caso de Danny Bowman, un joven británico de 19 años, que dedicaba hasta 10 horas diarias a hacerse fotos. “Podía sacarme 10 fotos antes de ducharme. Luego me hacía otras 10 después y 10 más después de arreglarme. Sacaba ‘selfies’ en la cama, en el baño, todo el día hasta la madrugada”, explica Bowman.
Esta obsesión desembocó en que dejara sus estudios, se alejara de sus amigos e incluso llegara a intentar suicidarse porque no era capaz de lograr una imagen perfecta. Sufrió́ un Trastorno Dismórfico Corporal, por lo que tuvo que ser ingresado para tratar su dependencia . Afortunadamente, Danny se encuentra recuperado y ayudando a otros chicos que sufren problemas similares.
¿Eres adicto a los selfies?
La doctora Pamela Rutledge, Directora del Centro de Investigación de Medios de Psicología en Boston Massachusetts , creó una prueba muy sencilla para dar respuesta a esta pregunta. Únicamente deben contestar “sí” o “no” a las siguientes premisas:
- Normalmente paso más tiempo tomándome selfies de lo que tenía planeado.
- Me costaría pasar el día sin tomarme una selfie.
- Empleo tiempo pensando en selfies o planeando cómo me voy a tomar una selfie.
- Siento necesidad de tomarme selfies.
- Prefiero tomarme selfies y postearlas en redes sociales para olvidar o evitar hacer otras cosas.
- He intentado disminuir el número de selfies que me tomo sin éxito.
- Cuando me tomo una selfie , me desilusiono si nadie comenta o da like.
- Me tomo tantas selfies que ha impactado negativamente en mis relaciones, trabajo o estudios.
- Imagino todo lo que hago como si fuera una selfie.
- Postear selfies en mis redes sociales me hace sentir más importante.
Rutledge indica que si has respondido “sí” a una o dos de las preguntas, deberías dar unpaso atrás y evaluar las razones por las que usas ” selfies” . Si contestaste “sí” a más de un par de preguntas tu condición va más allá de los ” selfies” .
El abuso de ” selfies” o de cualquier forma de social media puede indicar que estás usando gratificaciones de corto plazo a pesar de las metas importantes que puedas tener.
Si consideras que los selfies pueden acarrearte problemas o interferencias en tu vida diaria, empieza por valorar estos aspectos, que el psicólogo Julian Ilian recomienda:
- Aprende a valorar tu vida virtual como un complemento más de tu vida real, no como el eje central. Calibra las consecuencias sociales, académicas y familiares que podrían acarrear no poner fin a esta situación.
- Trata de exponerte poco a poco a una vida “sin tecnología” con el fin de enfrentarte progresivamente a niveles controlables de ansiedad. No es necesario hacer las cosas de golpe.
- Aprende a usar técnicas de relajación y autoverbalizaciones positivas como recurso para hacer frente a los momentos más críticos (ejemplo: asistir a un concierto y no poder hacer un autorretrato).
- Potenciación tu autoestima, de cara a no depender de la opinión de los demás y depender más de su autorrefuerzo.
- Realiza actividades saludables diferentes de las que hacía antes, como practicar algún deporte, realizar actividades familiares y con amigos, ir al cine o viajar.
Para concluir, es importante aclarar que, como en casi todo, el problema no radica en tomarse una foto de forma ocasional y compartirla en las redes sociales. Todas las personas necesitamos en cierta medida la aprobación de los demás, del mismo modo que a todos nos gusta agradar y que nos adulen de vez en cuando. La situación se vuelve problemática cuando la pulsión es desmedida e interfiere en nuestras actividades de la vida diaria.