Ray González escribe para TerapiasContextuales:
Si bien es cierto que la gente busca cambiar muchos aspectos de su vida, o ser “otras personas” esto no es posible en psicoterapia. No podemos cambiar a las personas ni su vida, lo que se pretende y hacemos es ayudar a cambiar lo que las personas hacen para que esto tenga un impacto en su vida. Es decir, lo que cambia en las personas es su comportamiento, y para ser más exactos: la interacción o las relaciones funcionales entre lo que hace y el contexto.
Y:
Cuando las cosas van bien y en consonancia con los objetivos, el usuario, cliente o consultante sigue siendo la misma persona siempre, la diferencia es que ahora se comporta de distinta o de deseable manera frente a determinadas situaciones; es decir, amplía su repertorio conductual que le permite desenvolverse con mayor satisfacción individual y/o social. En este punto, no es tan adecuado decir que se comporta con mayor adaptación o funcionalidad, puesto que, desde luego su conducta tiene una función y es una manera de adaptarse a determinado medio. El usuario es su propio agente de cambio.
Conforme va aprendiendo y/o modificando su comportamiento durante las sesiones clínicas, permite que pueda cambiar su contexto, y este cambio en varios contextos más, también le permite cambiar su conducta y afianzarla. Es una interacción recíproca en donde el resultado es lo que hacemos, y que muchas veces, a manera de economizar las palabras, lo que somos. Lo que somos es una forma que equivale a decir cómo nos comportamos regularmente, mas no a una propiedad esencial. Si el comportamiento de las personas no cambia es porque el contexto de alguna manera le impide cambiar.