Una nueva investigación encontró que las personas egoístas tienden a recordar haber sido más benevolentes de lo que realmente fueron, según una serie de experimentos realizados por psicólogos de la Universidad de Yale (EEUU) y economistas de la Universidad de Zúrich en Suiza (Carlson et al., 2020).
La autora principal del estudio, Dra. Molly Crockett explica que recordar erróneamente las fallas éticas propias es una herramienta utilizada para mantener la autoimagen moral de acuerdo con los estándares personales.
¿Cómo equilibra alguien su interés personal con el deseo de ser visto como moral? Según este estudio, para justificar los comportamientos egoístas ante uno mismo y ante los demás, las personas participan en un proceso llamado razonamiento motivado. Por ejemplo, al dejar una mala propina, los clientes podrían convencerse de que su servidor no merecía más, explicaron los investigadores.
Este equipo de investigación indagó sobre el empleo de otra posible herramienta para mantener la autoimagen: ¿es posible que las personas recuerden sus comportamientos de manera diferente, de modo tal que pueden llegar a prescindir de un razonamiento motivado?
Para clarificar la hipótesis explican que en lugar de convencerse a sí mismos de que su servidor no merecía una mejor propina, un cliente podría recordar erróneamente haber dado propinas más generosamente de lo que realmente sucedió, supusieron los investigadores.
En su primer experimento de laboratorio, presentaron a los sujetos una gran cantidad de dinero y les pidieron que decidieran cuánto guardar y cuánto dar a desconocidos anónimos.
Una vez que se distribuyó el dinero, a los sujetos se les hizo una serie de preguntas. Luego se les pidió que recordaran cuánto habían dado a los desconocidos anónimos. Los participantes recibían dinero extra si recordaban sus decisiones con precisión, informaron los investigadores.
Incluso con un incentivo financiero, los sujetos egoístas tienden a recordar haber dado más dinero de lo que realmente hicieron, según los hallazgos del estudio.
En otro par de experimentos realizados en el laboratorio y online, los investigadores preguntaron a los sujetos qué pensaban que era una distribución justa de dinero antes de pedirles que dividieran el bote. Los investigadores descubrieron que solo aquellas personas que habían dado menos de lo que personalmente consideraban justo recordaban ser más generosos de lo que realmente eran.
Un último par de estudios online mostró que los sujetos sólo recordaban erróneamente haber sido tacaños cuando se sentían personalmente responsables de sus decisiones. Cuando los participantes fueron instruidos explícitamente por los investigadores para dar cantidades menores, y por lo tanto no sintieron responsabilidad por sus acciones, recordaron su comportamiento de dar con precisión, descubrió el estudio.
“La mayoría de las personas se esfuerzan por comportarse éticamente, pero a veces no logran defender sus ideales,” dijo Carlson. “En tales casos, el deseo de preservar una autoimagen moral puede ser una fuerza poderosa y no sólo motivarnos a racionalizar nuestras acciones poco éticas, sino también a ‘revisar’ tales acciones en nuestra memoria.”
Crockett advirtió que debido a que los experimentos se llevaron a cabo en Suiza y los Estados Unidos, aún no está claro si los resultados se generalizarán en diferentes culturas.
También enfatizó que esta tendencia al recuerdo defectuoso solo se aplicaba a los egoístas. La mayoría de las personas se comportaron generosamente con desconocidos anónimos y recordaron su comportamiento con precisión.
Referencia bibliográfica: Carlson, R. W., Maréchal, M. A., Oud, B., Fehr, E., & Crockett, M. J. (2020). Motivated misremembering of selfish decisions. Nature Communications, 11(1), 2100. https://doi.org/10.1038/s41467-020-15602-4
Fuente: Psychcentral